20 de septiembre 2021
Organizaciones de excarcelados y familiares de presos políticos convocaron a un “paro electoral” para el próximo 7 de noviembre, día en el que están programadas las elecciones generales, en las que el Daniel Ortega y Rosario Murillo buscan la reelección como presidente y vicepresidenta.
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“Llamamos a la población nicaragüense a que este 7 de noviembre nos sumemos al paro electoral, nadie salga a las Juntas Receptoras de Votos (JRV). Todos desde nuestras casas podemos denunciar que este proceso es fraudulento y su resultado es ilegítimo”, indica la misiva divulgada por las organizaciones.
El Comité Pro Liberación de Presos Políticos de Nicaragua; la Unión de Presas y Presos Políticos de Nicaragua; el Grupo de Secuestrados Políticos Unidos; y la Organización de Víctimas de Abril son las agrupaciones que suscribieron el llamado.
Los familiares y excarcelados políticos denunciaron que en el país “no existen condiciones para un proceso electoral justo, libre y transparente”, pues apuntan que el régimen Ortega-Murillo “lo anuló” y “no hay por quién votar”.
Agregan que la presencia de la ciudadanía en las JRV “solo va a legitimar ese proceso viciado, plagado de delitos electorales” que promueve el régimen del Frente Sandinista.
Los familiares también señalaron que a los nicaragüenses se les continúa “cercenando” las libertades de movilización y de expresión “con cárcel y torturas”, por lo que insistieron que el “paro electoral” es la forma que el país tiene para “demostrar al mundo nuestra resistencia pacífica, cívica y democrática”.
Cierran fila en pro del paro electoral
Además denunciaron que el régimen orteguista, en pleno contexto electoral, ha continuado con las detenciones “ilegales y arbitrarias” contra quienes considera críticos u opositores de su Gobierno, recordando que en las cárceles del país permanecen “154 nicaragüenses secuestrados políticos, víctimas de violaciones sistemáticas a sus derechos”.
Los familiares señalan que algunas de las violaciones a los derechos humanos de los presos políticos consisten en procesos judiciales ilegales, aislamiento, privación de alimentos y medicinas, torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes, que se agudizan por la compleja crisis sanitaria que se impone por la pandemia de la covid-19.
El pasado 15 de septiembre, la Articulación de Movimientos Sociales —conformada por más de 60 organizaciones— también llamó a los nicaragüenses a unirse a un “paro electoral” el próximo 7 de noviembre.
La organización explicó que la convocatoria consiste en que la gente no salga de sus casas a votar, como una forma de resistencia cívica y pacífica, con el fin de que el régimen orteguista “no tenga cómo demostrar que hay confianza, porque lo que tenemos no son elecciones, sino una farsa”.