10 de septiembre 2021
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De un equipo de doce personas que laboran en una empresa turística, al menos cinco están de subsidio por síntomas sospechosos de covid-19. En otra compañía en Managua, dedicada a la atención en línea, cuatro de sus empleados se fueron a sus casas en un mismo día con dolor estomacal y cefalea; y en una tercera empresa ha implementado la modalidad de trabajo bimodal para enfrentar el rebrote de covid-19, que también ha golpeado al sector privado.
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La fuente de la empresa turística explica, bajo anonimato, que no hay forma de confirmar que sus colaboradores se contagiaron o no del virus, ya que el Ministerio de Salud (Minsa) decide de forma antojadiza a quiénes aplica la 'prueba covid-19', pero como medida de prevención los envían de subsidio. Como empresa también han mandado a descansar a trabajadores donde se ha confirmado familiares bajo sospecha del virus.
“Sé de proveedores que no han podido cumplir pedidos porque no tienen personal”, confía la fuente. Asimismo, señala que en esa industria “hay mucha gente que anda con síntomas y se quedan callados por no atrasarse en el trabajo, por no irse de subsidio porque pierden bonificaciones o porque simplemente piensan que te pueden despedir”, expresó.
En Managua, un trabajador de una embotelladora, relató que la empresa se está viendo afectada por dos razones: primero, por el aumento de casos sospechosos. En un día cerca de 11 personas se retiraron a sus casas bajo la sospecha de covid-19. La segunda, las clínicas previsionales no están emitiendo boleta de subsidio exclusivamente por casos respiratorios.
La orientación es que el trabajador anote un número de su jefe inmediato o de recursos humanos, a quien la Seguridad Social deberá notificar el reposo. Sin embargo, no hay un tiempo específico para que eso ocurra y mientras tanto, el colaborador se va a su casa y la empresa queda a la espera de la boleta del subsidio, que fácilmente pueden tardar días en llegar.
Carmen Hilleprandt, presidenta de la Cámara de Comercio y Servicios de Nicaragua (CCSN), aseguró que las empresas están reforzando sus protocolos de prevención que implementaron y han mantenido desde 2020, cuando inició la pandemia de covid-19. Varias compañías adoptaron el trabajo remoto, lo continuaron y actualmente, valoran qué otras áreas podrían sumarse.
“Cada empresa tiene sus propios protocolos, tiene sus propios reglamentos internos de cómo lo está abordando, pero no hay, así como que te diga, el 50% está en la casa, no. No está a ese nivel. Si sé que está un poco más en el norte del país, pero de que hay un rebrote importante, lo hay, y lo importante es la prevención”, expresó la líder gremial.
Más teletrabajo y limpieza
“Javier” trabaja en administración y desde 2020 su compañía orientó que su departamento laborara desde casa. Con la disminución de los casos, la frecuencia en la oficina se retomó, pero con el rebrote la asistencia es restringida y las reuniones presenciales fueron suspendidas. En su lugar de trabajo los contagios han sido bajos, pero si se han enterado de familiares de colaboradores enfermos con el virus, aseguró a CONFIDENCIAL.
“Jaime” cumple con su jornada laboral en dos entornos diferentes: dos semanas en casa y otras dos en la oficina de una compañía del sector financiero. Cuando se traslada a la oficina, al ingresar les miden la temperatura y es obligatorio que se laven las manos. La empresa les suministró mascarillas y alcohol a todos los colaboradores y reestructuró el espacio físico para garantizar el distanciamiento.
El personal que reporta algún síntoma gripal automáticamente pasa a trabajar por completo desde casa y para regresar debe presentar una prueba de PCR en sangre que revele que no hay alteraciones por infecciones en su organismo.
“Claudia” trabaja en una empresa de atención en línea. Es un lugar cerrado donde 15 personas comparten un mismo espacio durante ocho horas, a veces más. El rebrote obligó a redoblar las medidas de bioseguridad que habían mantenido desde 2020.
Deben lavarse las manos y aplicarse alcohol antes de ingresar a su área de trabajo. Ellos mismos deben desinfectar su computadora, mouse y audífonos. Deben usar la mascarilla siempre y para almorzar los dividen en dos bloques para evitar aglomeraciones.
Sus jefes explicaron que si alguno de ellos presenta algún síntoma gripal, hecho que ya ocurrió con dos personas, incluida “Claudia”, lo comunicaran porque eso no sería motivo de suspensión o finalización de su contrato. El aviso temprano permite que la empresa pueda gestionar sus obligaciones con dos o tres de subsidio, pero no con todos al mismo tiempo, les dijeron.
“Claudia” cuenta que una persona que estaba en entrenamiento desistió del trabajo argumentando que estaba contagiada. Otro colaborador solicitó reposo porque tuvo fiebre y dos semanas después confirmó que también había adquirido el virus. “La que limpia tenía diarrea, y dijo que su vecino murió de covid-19. Solo faltó dos días. Tuvo que regresar”, relató.
Un llamado a la protección
Mediante un comunicado interno el banco Lafise informó del fallecimiento de cuatro de sus colaboradores en un periodo de 48 horas. El documento exhortaba a los trabajadores a ser responsables y cuidarse al máximo para evitar más contagios en el contexto del rebrote que ha provocado que el Hospital Alemán Nicaragüense sea un nosocomio dedicado a la atención de casos covid-19 y que otros hospitales estén al límite de sus capacidades.
“Todos conocemos a alguien que ha fallecido por covid-19. Sabemos de familias que están muy angustiadas con algún familiar enfermo. Ante esta situación lo único que nos queda es ser responsables y cuidarnos al máximo. Si hoy nos contagiamos, los riesgos de complicaciones y de morir son muy altos, no importa la edad. Nuestros colegas que fallecieron era jóvenes”, indica el escrito del banco.
Asimismo, la Federación de Asociaciones Ganaderas de Nicaragua (Faganic) ha expresado sus condolencias por el fallecimiento reciente de tres de sus miembros y dos de sus familiares.
