24 de agosto 2021
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El dictador Daniel Ortega mantuvo sus ataques en contra de la Iglesia católica, a la vez que aseguró que el sistema de Salud de Nicaragua bajo su Gobierno es un referente en la región centroamericana, por lo que él denomina como un “éxito” frente al embate de la pandemia por la covid-19.
Ortega participó este lunes en un acto en conmemoración por el 41 aniversario de la Cruzada Nacional de Alfabetización y nuevamente aprovechó su comparecencia para acusar al clero de la Iglesia de supuestamente “bendecir” lo que él señala como procesos de privatizaciones en el campo de salud y educación entre 1990 y 2006.
“Fueron prácticas que se mantuvieron durante tres gobiernos alimentados y mantenidos por el imperio yanqui y bendecidos por las cúpulas religiosas y por otros que visten de hábito. Por eso es que se dice que el hábito no hace al monje. Ellos alegremente celebraban el crecimiento de la riqueza para los más ricos, el crecimiento de la pobreza para el pueblo y el crecimiento del analfabetismo”, dijo Ortega.
Al principio de su discurso Ortega también volvió a acusar a los obispos de “bendecir” la llegada de las tropas estadounidenses a Nicaragua en la década de los años 20 del siglo pasado y aseguró que el verdadero concepto del amor al prójimo establecido por el cristianismo se implementó en el país con la llegada al poder del Frente Sandinista en 1979.
“Yo conocí cuando era muchacho a esos señores obispos. Incluso un tío abuelo, Marco Antonio Ortega, fue el primer obispo. ¿Y cuál fue su hazaña? Hacerse cómplice del régimen. No había valores ni principios que pudiesen venir de quienes tenían el poder, el poder de las armas, el poder religioso. Recordando al tío abuelo, cuando llegaron las tropas yanquis a Nicaragua y monseñor Lezcano Ortega, hermano de Marco Antonio, ahí están las fotos de la vergüenza. El señor obispo, bendiciendo a las tropas yanquis, con todos los fusiles tendidos”, aseguró.
Ataques a los obispos
El régimen mantiene una fuerte tercia con la Iglesia católica, cuyos ataques en su contra de parte del orteguismo se han agudizado desde que la Arquidiócesis de Managua emitió un pronunciamiento el 10 de agosto en cual advirtió que “no existen condiciones para unas elecciones democráticas” en Nicaragua.
La escalada de Ortega en contra de la Iglesia católica inició durante su comparecencia en el acto del 42 aniversario de la Fuerza Aérea, en el cual llamó “fariseos” a los sacerdotes que participaron como mediadores durante el fallido diálogo de 2018, con el fin de buscar poner fin a la sangrienta represión de la Policía y los paramilitares del régimen a las protestas ciudadanas de abril de ese año.
Los ataques motivaron reacciones de jerarcas católicos como el mismo cardenal Leopoldo Brenes, monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, y monseñor Silvio José Báez, obispo auxiliar de Managua.
El cardenal Brenes en una entrevista concedida a canal 12 de Televisión dijo que “la Iglesia no estaba para complacer los deseos de los políticos y que siempre ha asistido a los funerales de sus perseguidores”.
Por su parte, los obispos Álvarez y Báez señalaron este domingo que la Iglesia católica continuará denunciando las injusticias que se cometen regularmente en el país, a pesar de las “amenazas”, “calumnias” y “ataques”, de “los poderosos” que quisieran verlos como “perros mudos”. Por lo que advirtieron que la institución permanece “fiel a Dios” y sin “doblegarse” ante nadie.
Gestión en la pandemia
Durante su intervención, Ortega hizo especial énfasis en la supuesta efectividad de los programas asistencialistas promovidos durante su administración como el Plan Techo y el Hambre Cero y nuevamente defendió su gestión ante la crisis de salud en el país provocada por la pandemia de la covid-19.
“Les arde y les molesta a los egoístas ver cómo se han multiplicado los puestos de salud, las casas maternas, los hospitales. Esto es lo que nos ha dado condiciones extraordinarias en Nicaragua que los mismos vecinos centroamericanos se quedan asombrados al ver que en estos años hemos logrado crear un sistema de salud que le ha permitido a Nicaragua enfrentar esta pandemia”, añadió.
Este lunes CONFIDENCIAL reveló que la ocupación de camas en las salas generales y de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), de varios hospitales privados y públicos del país, se multiplicó en la última semana, indicaron varias fuentes médicas y hospitalarias, debido al rebrote de coronavirus que vive el país y es que minimizado por el régimen.
Según datos del Observatorio Ciudadano, en la semana del 12 al 18 de agosto de 2021, al menos 628 contagios sospechosos y 98 muertes a nivel nacional. Los departamentos que más incidencia tienen, según el reporte del Observatorio Ciudadano son Madriz, Managua, Estelí y Nueva Segovia.
