20 de agosto 2021
Algunas mujeres afganas comienzan a desafiar a los talibanes ante el temor de que vuelvan a imponerse las restricciones vigentes durante su anterior régimen, con protestas públicas para exigir a los insurgentes ser incluidas en el Gobierno que está por formarse o su derecho a seguir trabajando.
Cada vez son más las imágenes de mujeres levantando pancartas y alzando consignas en contra de los talibanes en todo el país, un símbolo de la resistencia de periodistas, activistas y trabajadoras que se oponen a retroceder a aquella oscura era de represión.
Un grupo de trabajadoras de oficinas gubernamentales y activistas salió a las calles de Kabul para pedir al movimiento talibán roles en la nueva Administración, así como mantener sus empleos en oficinas estatales, según reportó este viernes el canal afgano Tolo.
“El pueblo, el Gobierno y cualquier funcionario que vaya a formar un Estado en el futuro no puede ignorar a las mujeres de Afganistán. No renunciaremos a nuestro derecho a la educación, el derecho al trabajo y nuestro derecho a la participación política y social”, dijo al canal de televisión la activista Fariha Esar.
Las manifestaciones han sido reducidas, pero van tomando fuerza a medida que pasan los días, al recordar muchos el régimen talibán entre 1996 y 2001, cuando las mujeres no podían trabajar o ir a la escuela, y eran recluidas en el interior de sus hogares.
Contra periodistas
Sin embargo, los talibanes han asegurado ahora de manera insistente que las mujeres podrán continuar con sus estilos de vida tal y como hasta ahora, volviendo a las escuelas o a sus empleos con los límites que establece el islam, pero algunas trabajadoras, sobre todo periodistas, denuncian que en la práctica esto no se cumple.
“Quería volver a trabajar, pero lamentablemente (los talibanes) no me dejaron. Me dijeron que el régimen ha cambiado y no se puede trabajar”, aseguró la presentadora de televisión Shabnam Dawran en un vídeo ampliamente difundido este viernes, una denuncia que contrasta con la imagen del pasado martes, dos días después de la toma de Kabul, de una presentadora de Tolo entrevistando a un talibán.
El coordinador del Comité para la Protección de Periodistas para el Sur de Asia, Steven Butler, condenó las medidas de “despojar a los medios públicos de prominentes presentadoras de noticias, (lo que) es una señal ominosa de que los talibanes de Afganistán no tienen ninguna intención de cumplir su promesa de respetar los derechos de las mujeres”, dijo la organización.
Los talibanes son recordados también por imponer un riguroso régimen en el que solo se permitía a las mujeres salir de casa en compañía de un hombre de la familia o la imposición del uso del “burka”, una situación que fue mejorando con la caída del régimen insurgente en 2001 y que ahora muchos temen que se repita.
Abandonar el país
Unos 10 000 ciudadanos están tratando de abandonar Afganistán tras la toma del poder por parte de los talibanes y se agolpan en el aeropuerto de Kabul, según la ONG italiana Emergency, cuyo centro para víctimas de guerra en la capital afgana continúa recibiendo heridos de bala.
“El aeropuerto sigue siendo un caos. Parece que alrededor de 10 000 personas están todavía tratando de tomar cualquier vuelo que les lleve fuera del país”, dijo la ONG en un comunicado, antes de referir que la afluencia de heridos en el hospital ha descendido en las últimas horas, aunque han llegado varios con heridas de bala.
Este jueves, festividad de la Ashura, “un grupo de personas trató de retirar la bandera talibán que había sido izada en varios puntos de la ciudad. La multitud fue dispersada con disparos al aire y nos llegaron varios heridos (...) aunque ninguno parece que recibió los disparos directamente”, explico Alberto Zanin, coordinador médico del centro, que se encuentra en la capital afgana.
Según la ONG, que lleva años trabajando en el país, aunque la situación en Kabul se está estabilizando, persiste la incertidumbre y la preocupación entre la población civil.
“Hay varias personas en nuestro hospital que nacieron después de la intervención de la OTAN y están experimentando por primera vez un cambio de régimen”, explicó Zanin, que agregó que han sido los civiles las mayores víctimas de la violencia de estos últimos días, pues suponen entre el 90% y 95% de los hospitalizados.