15 de agosto 2021
Los principales grupos empresariales de Nicaragua que apoyaban elecciones libres se mantienen en silencio ante el cierre de la vía electoral decretada por el Gobierno al apresar a siete aspirantes presidenciales y cancelar la personería jurídica del partido Ciudadanos por la Libertad (CxL). El Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), cesó la campaña en que pedía elecciones transparentes.
El pasado viernes cinco de agosto, esa campaña enmudeció. Previo a eso, habían publicado el controvertido comunicado del 23 de julio, en que afirmaban que “Nicaragua necesita elecciones en un clima de paz, tranquilidad y seguridad”, cuestionado no solo por inconsulto, sino también por tímido.
Por su parte, la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (AmCham), no ha dicho nada. Silencio. Ausencia. Mutis total.
Hay dos razones para que el Cosep esté tan callado. La primera es de forma, porque existe el compromiso de que no se publique ninguna comunicación sin que las cámaras estén enteradas y que los presidentes la hayan aprobado, explicó el directivo de una cámara adscrita a esa cúpula empresarial.
La segunda razón es de fondo, porque “muchos empresarios sienten la presión ciudadana por expresarse públicamente, pero la sensación es que no tenemos por qué ser ‘la voz cantante’, sino que la nuestra debería ser una voz entre muchas, pero también porque hay quienes parecen interesados en ‘quemar’ a los empresarios, lo que, desde luego, no nos interesa”, explicó la fuente.
De forma adicional, observa que los trabajadores y sus gremios, están “obligados a cuidar de los empleos de nuestro personal”.
Apariencia de “normalidad”
Que no hayan emitido un comunicado, no significa que no lo hayan pensado. La fuente dijo que más que un análisis formal, lo que tienen es un intercambio de opiniones y consideraciones sobre cómo está evolucionando el panorama.
“El factor común es que no hay condiciones. Eso no ha cambiado, y más bien hay preocupación porque, si lo ves fríamente, solo desde el punto de vista del negocio, el entorno sigue siendo complejo tanto para la inversión, como para los que atienden al mercado interno, por la forma en que las condiciones económicas puedan afectar a los consumidores”, comentó.
Con respecto a esa estrategia de comunicación gubernamental que trata de hacer ver que el país retoma la senda del crecimiento, dijo que “la conclusión es que ningún indicador de cortísimo plazo sustituye las condiciones del ambiente de negocios favorable que existía antes de la Rebelión de Abril de 2018”.
“Esa estrategia trata de recurrir a elementos que, como la mayoría de la población no se detiene a analizarlos, pueden parecer indicadores positivos, cuando en realidad no reflejan lo que está pasando en la economía; y es que sin arreglo político, no es posible pensar en un entorno de desarrollo de la economía, y eso, a todas luces, no se está dando”, sentenció.
“Como el Gobierno ve que la gente está atemorizada y concentrada en garantizar su sustento económico, se aprovecha para tratar de aparentar normalidad y que están saliendo de la crisis económica, a la vez que aprovechan ese temor para ahondar los esquemas represivos”, destacó.
El directivo también llamó la atención al hecho que, aún sin haberse consumado el fraude (porque todavía falta llegar al 7 de noviembre), ya se están viendo algunas consecuencias serias que indican que la comunidad internacional puede considerar —o ya considera— que esos resultados son ilegítimos, lo que afectará la captación de recursos externos, de los que depende el país, y seguirá dependiendo en el futuro.
Cada quien dedicado a lo suyo
Las respuestas de otras cinco fuentes empresariales consultadas por CONFIDENCIAL, muestran el estado de extrema precaución que vive el sector. La gerente de una empresa adscrita a la Cámara Americana se excusó de ofrecer declaraciones alegando sentir “incomodidad” al hablar “de estos temas”, mientras un colega suyo alegó que “me estoy dedicando 100% a mis negocios”.
“Estamos buscando oportunidades de trabajo; valorando cómo se comporta el mercado, los empresarios, qué hay de nuevo, y usar esa información para planear y buscar oportunidades”, detalló.
Otro profesional dedicado al área de servicio a inversionistas, se mostró dispuesto a hablar de criptomonedas, cambio climático, del precio internacional de las materias primas, pero no del proceso electoral. “Recibo muchas advertencias de parte de amigos en ambos lados del espectro”, explicó.
Un abogado del sector corporativo admitió que el bufete para el que trabaja está teniendo mucho trabajo, pero no asesorando nuevas inversiones, sino defendiendo a sus clientes que a diario les presentan casos de acoso fiscal, dudas de valor en aduanas, o cobros municipales indebidos.
Finalmente, el titular de una asociación de empresarios dijo que “como cámara, hemos tratado de mantener un perfil bajo, para evitar politizarnos. Somos una organización sin fines de lucro, aunque es probable que en las próximas semanas hagamos nuestro análisis para detectar cuáles son los riesgos que enfrentamos como empresas, en esta situación”.