7 de agosto 2021
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Ante la más reciente de las embestidas del Gobierno orteguista en contra del proceso electoral previsto para noviembre, los gremios y representantes del sector privado continúan en silencio.
Hasta el cierre de nuestra edición, el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), no se pronunció sobre la eliminación de la Alianza CxL, a pesar de que ese fue el vehículo electoral respaldado por la cúpula empresarial del país, mientras su expresidente, José Adán Aguerri, que formaba parte de esa entidad, se encuentra preso en la cárcel de El Chipote
El más reciente pronunciamiento del Cosep sobre el proceso electoral, fue un comunicado que cuestionaron propios y extraños, precisamente porque hablaba de una supuesta normalidad electoral, sin reconocer el agravamiento de la crisis política que ya vivía el pais.
Por su parte, el otro gremio empresarial fuerte del país, la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (AmCham), también guardó silencio, en cumplimiento de la estrategia de mantenerse ‘pecho a tierra’, tal como hace varias semanas lo graficó a CONFIDENCIAL, un destacado socio de esa entidad que accedió a exponer sus puntos de vista, siempre y cuando su nombre se mantuviera en reserva.
A pesar del compromiso de los empresarios y sus gremios por promover la vía cívica electoral en el país, nadie respondió a las consultas de CONFIDENCIAL con la excepción de tres empresarios que expusieron sus puntos de vista.
La exclusión definitiva de CxL representa la línea roja, que ese partido político estaba buscando, según un consultor independiente consultado por CONFIDENCIAL, mientras que un empresario del área industrial, considera que esa línea roja se habría cruzado el día que inhibieron a Cristiana Chamorro.
Tanto ellos como un experto en finanzas bursátiles accedieron a expresar sus puntos de vista con la condición de mantenerse en la seguridad del anonimato para evitar ser víctimas de represalias.
No esperar al 7 de noviembre
“Este es el parteaguas que estábamos esperando”, aseveró el consultor. “No sé si es cierto que renunció Milton [Arcia, candidato liberal], que era el único con intenciones decentes, aunque lo malo es que estaba metido en el PLC. Se terminó la payasada, lo que sigue es que los países de Centroamérica, y los que integran la OEA, comiencen a desconocerlo desde ya, a romper relaciones sin esperar el día de las votaciones. El FSLN terminó con la democracia”, aseveró.
Para el industrial, la más reciente decisión del Consejo Supremo Electoral “no significa nada, si de todas maneras, los candidatos que podían competir ya estaban inhibidos, así que ya nada de este proceso electoral importaba mucho. Mientras Cristiana (Chamorro) no pueda ser candidata, la elección es inválida, porque ella era la que iba adelante en las encuestas”, argumentó.
“¿Por qué CxL iba a jugar el juego electoral, si la candidata preferida estaba inhibida?”, se preguntó.
Desde el punto de vista de ambos empresarios, el proceso electoral ya no tiene ninguna razón de ser, aunque no coinciden en el momento en que la pantomima acabó.
“Se terminó. Ellos mismos están forzando a que termine todo esto, porque, quiéranlo o no, CxL era el pedacito de credibilidad que le quedaba a este proceso”, dijo el consultor, mientras su colega industrial mantiene su posición que esta elección no tenía ninguna credibilidad “desde que inhibieron a Cristiana, porque su candidatura única habría creado una unión opositora real, con el apoyo de todos los candidatos. Por eso montaron todo este teatro”, enfatizó.
El impacto en la economía
Las visiones sobre la afectación que esto puede tener sobre la economía van desde ‘ninguna’, hasta ‘depende del tamaño de la empresa’ o a ‘esto es ininteligible’, aunque en términos generales opinan que la economía no sufrirá mucho.
El experto en finanzas bursátiles refirió que los empresarios e inversionistas extranjeros con los que habla “no entienden mucho lo que ocurre. Les parece increíble que pase algo como esto. Ellos me piden información, que les explique cómo va nuestra crisis y qué puede resultar. Esto es una locura”, resumió.
Con todo, refiere que “el sentimiento de muchas empresas en Nicaragua es que la economía y las ventas siguen bien. Si te fijás, hay como una vida paralela en Managua, como una burbuja en medio de la crisis”.
El industrial nota que “a las empresas no las han tocado, pero el 30% de la economía, que depende de las empresas pequeñas, se verá afectada, porque el pequeño empresario es el que emigra”, lo que implica el cierre de pequeñas unidades económicas, y el despido de muchas personas que talvez ya solo tenían empleos de medio tiempo, o con salarios precarios.
“Las grandes empresas tienen capacidad para soportar esto, y por eso el Gobierno no las toca, porque son las que más tributan. La economía está cayendo desde 2018, y seguirá bajando si no hay un cambio político extraordinario, o estará estática por quién sabe cuánto tiempo”, complementó.
Por su parte, el consultor no cree que este ruido político vaya a tener algún perjuicio sobre el componente económico de las empresas, “porque ya se acomodaron. La política quedó alejada del manejo de la economía, y el daño es más que todo político. Ortega logró estabilizar la situación, en parte, con la plata que les está dando el BCIE”.
