4 de agosto 2021
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Nicaragua cuenta, desde hace más de tres meses, con las herramientas moleculares para identificar las variantes del coronavirus SARS-CoV-2 —que causa la covid-19—; sin embargo, es el único país de Centroamérica sin remitir un reporte, sobre la presencia o no de variantes, a la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
“Todavía no hemos recibido el informe sobre la detección de variantes de interés o de preocupación en Nicaragua”, indicó el gerente de Incidente para la covid-19 de la OPS, doctor Sylvain Aldighieri, en la conferencia semanal de este organización.
Aldighieri informó la semana pasada que Nicaragua ya podía realizar un primer tamizaje para identificar la circulación de variantes de preocupación del virus. Desde finales de abril, la OPS anunció que enviaría el material necesario para identificar las nuevas variantes y a principios de julio, explicó que estaban preparando los protocolos requeridos.
Explicó que gracias a las muestras compartidas por Guatemala, Honduras, El Salvador, Costa Rica y Panamá, ha sido posible demostrar que en la región circulan las variantes de preocupación Alfa y Gamma, y en menor proporción la variante Beta.
El doctor destacó que “la circulación de la variante Delta —de mayor trasmisibilidad que las otras variantes— solo se ha demostrado, recientemente, en Costa Rica”. No obstante, el Ministerio de Salud de El Salvador confirmó el pasado sábado 31 de julio, que detectaron ese tipo.
Dijo que la vigilancia sostenida en la región permitirá “detectar a tiempo la introducción de la variante Delta en otros países de América Central, y hacer un seguimiento estrecho a su posible diseminación y recomendar fortalecimiento de medidas de salud pública en ámbitos muy precisos”.
Nicaragua sin especificar datos de pandemia
La OPS reiteró que no cuenta con los “elementos suficientes para valorar cuál es el estado de la pandemia en Nicaragua”, pese a que han solicitado información desagregada, a través del Reglamento Sanitario Internacional, pero siguen a la espera de una respuesta.
Nicaragua vive un contexto de mayor hermetismo en el manejo de la covid-19, por unos citatorios del Ministerio de Salud (Minsa) a médicos independientes, y el cierre de asociaciones médicas, de parte de la Asamblea Nacional.
“En nuestro sitio (de la OPS), donde se reporta cuál es la situación (de la pandemia) en todos los países por división administrativa y con tendencia hay reporte de todos los países, y Nicaragua está en blanco”, aseguró el director del departamento de Emergencias en Salud de la OPS, doctor Ciro Ugarte, durante la conferencia de prensa semanal.
En ocasiones anteriores, la OPS ha señalado que el Gobierno de Nicaragua ha brindado información escueta sobre el avance de la pandemia. Tal situación ha sido también evidente con la actualización del número de vacunas aplicadas.
En cinco meses, desde que inició la jornada de inmunización contra la covid-19, el sitio de OPS ha reportado dos actualizaciones sobre los niveles de cobertura; el último dato refleja que apenas 162 874 personas cuentan con el esquema completo de vacunación.
Dicha estadística está desfasada, ya que a diario se vacunan a más ciudadanos. Sin embargo, ni la ministra de Salud, Martha Reyes y tampoco la vicepresidenta, Rosario Murillo, han mencionado el nivel de alcance de las jornadas de inmunización, pese a que este lunes ampliaron la vacunación a personas de 45 años en adelante.
La semana pasada, la OPS reveló que Nicaragua ya cuenta con la cadena de frío necesaria para recibir y distribuir las vacunas Pfizer, por lo cual recibirá un donativo de más de 200 000 dosis de ese biológico.
Ugarte aseguró que aún no tienen una fecha específica de la llegada de las vacunas, pero están informados que en el país se están dando “todos los pasos necesarios” para implementar la vacunación, una vez se reciba el suero.
El viernes pasado, la OPS junto al Minsa recibieron 36 480 dosis de la vacuna AstraZeneca, donadas por Noruega a través del Mecanismo COVAX.
