4 de agosto 2021
Al menos 35 mujeres murieron en Nicaragua en los primeros siete meses de 2021 víctimas de la violencia machista, informó el denominado Observatorio por la Vida de las Mujeres.
En su informe, el Observatorio reportó seis muertes violentas de mujeres cometidas por hombres en julio pasado que, sumadas a 29 reportadas entre enero y junio pasados, totalizaron 35 feminicidios.
El Observatorio agregó que en los primeros siete meses del año 51 mujeres escaparon a ser asesinadas, luego de ser víctimas del delito de “feminicidio en grado de frustración”.
Como resultado de los asesinatos de mujeres, 16 menores de edad quedaron en la orfandad, detalló el informe.
Las parejas, hombres desconocidos y familiares de las mujeres, están entre los principales autores de los feminicidios, indicó el estudio.
Veinticinco detenidos
Sobre los autores del delito, 25 sospechosos se encuentran detenidos, 17 prófugos, dos se quitaron la vida y dos están en libertad.
Tras haber cerrado la Comisarías de la Mujer en la década pasada, el Gobierno ha vuelto a reabrir las mismas, aunque sin los efectos esperados, según diferentes onegés defensoras de las mujeres.
Las organizaciones feministas del país consideran que los hombres siguen matando mujeres en Nicaragua por tres razones: la prioridad de la Policía para seguir a opositores antes que a los delincuentes, el privilegio de las autoridades por los procesos de mediación y la liberación de miles de reos comunes cada año.
Estado de Nicaragua “alenta la impunidad”
En abril pasado, la organización Católicas por el Derecho a Decidir señaló en un informe que “la barbarie machista, alentada por la impunidad y complicidad del Estado, está acabando con la vida de las mujeres, adolescentes y niñas”.
Feministas de diferentes organizaciones de la sociedad civil han denunciado, según reportes de CONFIDENCIAL, la vulnerabilidad de los derechos de las mujeres ante la falta de medidas estatales que busquen erradicar la violencia.
Martha Flores, de Católicas por el Derecho a Decidir, ha señalado que en Nicaragua las mujeres están “completamente desprotegidas porque en este país cuesta mucho que haya justicia”.
El régimen de Daniel Ortega, aduciendo estar preocupado por dar justicia a los casos donde mujeres, niñas o adolescentes son asesinadas, aprobó una reforma a la Constitución Política de Nicaragua con la que se estableció la cadena perpetua para los “crímenes de odio”. Sin embargo, la medida ha sido criticada por las feministas, pues consideran que no es la solución para la violencia machista. Además, han expresado que la reforma en realidad pretende ser utilizada contra la disidencia, ya que el régimen orteguista en reiteradas ocasiones ha señalado a los opositores de cometer “crímenes de odio”.