3 de agosto 2021
No busque usted aquí el nombre de ese viejito, porque ese viejito soy yo, pero aún sigo siendo ideológicamente de izquierda, y sin ganas de ponerme en el centro para no estar en el vecindario de la derecha.
Aclaro, sin embargo, que, en la lucha política contra la dictadura por los derechos humanos y la institucionalidad, soy militante del pluralismo en la unidad en la acción junto a todos los que gusten estar en cualquier centro de la política o en la derecha.
Es posible que a usted no le importe lo que diga. Pero si usted me conoce, le sorprendería que alguien piense que soy de derecha; mas, si me conociera bien, sabría que este viejito, con 91 años y 77 años de militancia de izquierda, ya nunca será de la derecha.
Aunque un rumiante de consignas orteguistas me dijera “viejito de la derecha” al escuchar mi nombre cuando unos amigos me saludaron de largo, mientras yo hacía fila para verificarme el domingo 25 de julio.
Yo no lo escuché, sino uno de mis nietos, quien me lo contó después que salimos del recinto escolar para la verificación. Y, aunque lo hubiera escuchado, no iba a buscar pelea porque, seguramente, después de golpearme, hubiera hecho lo que acostumbran hacer los orteguistas con sus críticos: echarme preso junto a mi nieto.
No obstante, de haberlo escuchado, y si quien lo dijo fuera una persona normal, le hubiera recordado tranquilamente, que cuando conocí la causa antiimperialista de Augusto Calderón Sandino, nacieron mis simpatías por él; que eso ocurrió ocho años antes de que naciera Daniel Ortega; 23 años antes de que organizaran al Frente Sandinista, y que nunca he tenido ganas de robarle nada a nadie… ni ganas de matar ni siquiera a un sapo.
Ante un animal como ese, me hubiera guardado mis sentimientos por la sangre de mis hijos, pues un sapo no entendería por qué perder la vida por el ideal de liberar a Nicaragua del somocismo, siendo más cómo adueñarse del poder después del triunfo, suplantar esa dictadura con la suya y emular a los Somoza en eso de robar y encarcelar, incluso, peor que los Somoza.
II
Pienso que en este mismo territorio existen dos Nicaragua. Y no en lo social, porque sería una perogrullada decir que aquí existen distintas clases. Menos porque en las dos “Nicaragua” existen partidos tradicionales de nombres folklóricos como timbucos y calandracas, después legitimistas y demócratas, para quedar en lo que siempre fueron: cconservador y liberal.
Dije “fueron”, pero lo son todavía y peores que cuando nacieron, porque de sus entrañas salieron partidos que no se sabe si son chicha o limonada, sin dejar de ser subproductos desteñidos del conservatismo y del liberalismo. Se incluye al partido familiar orteguista, en lo que degeneró el Frente Sandinista.
Esos partidos –algunos sin bases— otros un poco más conocidos como opositores, y uno que, CxL motivos, terminó en un peor es nada.
III
Solo trato de demostrar que todo este abigarrado conjunto político, social e ideológico opera en las dos “Nicaragua”. Una, la que forjaron mental, económica, política y dictatorialmente los orteguistas con su dictadura. Por eso los oímos hablar y actuar a nombre de “Nicaragua”.
Su “Nicaragua” la confunden con su Gobierno, su presidente, su vicepresidenta, su corte familiar, su Ejército, su Policía, sus paramilitares, sus CPC (popularmente conocidos como cepesapos). Ellos se apropiaron de todos los derechos, mientras se los niegan a los ciudadanos de la Nicaragua real.
El autor de la anécdota del “viejito de la derecha”, bien puede ser uno de esos ejemplares (guardia, policía, paramilitar o sapo vestido de civil. No importa qué sea, porque siendo orteguista ya lo hace súbdito de la “Nicaragua” de la dictadura.
Para proteger a su “Nicaragua” crearon cuatro leyes con las cuales criminalizan y castigan las actividades políticas y las críticas de los ciudadanos de la Nicaragua real; ilegalizan sus organizaciones defensoras de los derechos humanos; matan medios de comunicación y persiguen a los periodistas independientes, incluso, les roban sus casas sus equipos técnicos para su labor informativa.
Secuestran opositores precandidatos presidenciales, de los cuales –hasta este momento— hay una con casa por cárcel, siete en El Chipote (se supone, porque nadie los ha visto), dos obligados a exiliarse y todos sus críticos viven bajo la amenaza de ser secuestrados.
Suman, hasta hoy, 31 los secuestrados entre dirigentes de partidos políticos, periodistas, comentaristas, analistas políticos y una abogada defensora de derechos humanos. Con los encarcelados durante meses y años, suman más de 160 ciudadanos víctimas de la represión.
Además, una gran cantidad de periodistas, funcionarios de empresas privadas e institutos de investigación económica y social son hostigados por la Fiscalía, como para atemorizar a todo aquel que no sea súbdito de la “Nicaragua” de Daniel Ortega.
La última arremetida contra ciudadanos de la Nicaragua real, fue eliminar las personalidades jurídicas de 24 organizaciones sociales, la mayoría de ellas asociaciones médicas que criticaron al Gobierno y su Ministerio de Salud por ignorar al covid-19 en su etapa inicial, y por estimular el contagio con sus convocatorias de actividades públicas, sin distanciamiento social.
Esta ofensiva contra las asociaciones médicas y los galenos que las dirigen, es porque mantienen activa la información sobre los nuevos contagios y las muertes por el covid-19, la que contradice los informes oficiales manipulados. Varios médicos, fueron citados por el Minsa para amenazarlos con la cárcel y ser despojados de sus licencias profesionales.
Pareciera que los jefes del Minsa tuvieran temor de que se ponga en riesgo algún “contrato” con el covid-19, consistente en “informar” de una sola muerte por semana… desde hace ocho meses. O sea, que en ese tiempo “solo” han muerto de covid-19 en las dos “Nicaragua” 32 personas.
¿Será que pretenden demostrar una mejor eficiencia frente al covid-19, que en el resto de países donde, en un solo día pueden lamentar la muerte de centenares de personas? ¿Acaso, la dictadura pretende hacer pensar que su “Nicaragua” tiene el mejor sistema de salud del mundo?
Son incontables las muestras de la existencia de dos “Nicaragua”, y otras las veremos…
Al margen de estas cuartillas
*Los Ortega Murillo acaparan la mayoría de medios de comunicación electrónicos, nada de prensa plana... pues parece que a Rosario no le queda tiempo escribir un periódico…
*Daniel tiene catorce años de no ofrecer conferencia de prensa, y para sus actividades, o cuando les da permiso de hablar a sus ministros, solo invita a sus periodistas…
*Cuando los dictadores se defienden o atacan en organismos internacionales, porque critican y sancionan su represión, por su “Nicaragua”, porque en la otra, donde vive la mayoría, solo hay víctimas… las suyas.
*Las elecciones presidenciales son solo para ciudadanos de su “Nicaragua”, pues los ciudadanos de la otra, la real, son secuestrados por atreverse a pensar que solo hay una Nicaragua, y que es de todos…
*Han desatado una campaña interesada en alejar de la mente de los ciudadanos de la Nicaragua real, la idea de acercarse a las urnas electorales…
*¿La harán para tener unas elecciones solo para Daniel y sus zancudos? Así “ganaría” con el 90% de los votos y el 10% para sus zancudos…
*”Nuestros” dictadores son tan convincentes, que el secretario o presidente del Alba, dijo en TeleSur que a Nicaragua la agreden desde el exterior, por su maravilloso Canal Interoceánico…
*Al escucharlo, pensé: ese “Canal”… ¿será por el cual Daniel le cedió la soberanía nacional a un chino por cien años prorrogables en 2013?
*¿Será el “Canal” por donde cinco años después comenzarían a cruzar enormes trasatlánticos?
*Como el “Canal” solo está en la mente de ese señor, Daniel debería invitarlo a su “Nicaragua”, y vea que solo existe la amenaza de robarles las tierras a los campesinos que están “en su ruta”…
*Si Daniel siguiera metiendo más gente en sus cárceles, su “Nicaragua” sería el único país en donde se practicaría la doctrina filosófica idealista Solipsismo…
*Sería un Solipsismo colectivo, porque de acuerdo a esta doctrina, aquí no podría afirmarse más existencia que… ¡la de los Ortega-Murillo!
*Un hecho histórico singular: Perú será regido por primera vez en 200 años por manos que trabajan…
*Pero las fuerzas parasitarias herederas del colonialismo, ya están forjando su cerco de odio clasista y racial en torno a Pedro Castillo…
*El problema para ellos, no es que Pedro Castillo use sombrero; su problema es que no es de derechas…
*La satisfacción de los otros, es porque Pedro Castillo es de izquierda; su problema es que… ¡se confunda con la “izquierda” de Daniel Ortega!