2 de agosto 2021
El Frente Sandinista ratificó en un Congreso virtual al binomio de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo como la fórmula presidencial, con la cual el partido rojinegro participará en los comicios del 7 de noviembre, manteniendo el esquema de sucesión dinástica familiar en el poder.
Murillo iría a su segundo período como vicepresidenta, mientras que Ortega pretende lograr su tercera reelección consecutiva y por ende, su cuarto período presidencial.
Además, esta es la octava vez que Ortega es formalizado como candidato del Frente Sandinista, ya que no ha permitido que nadie de esta misma organización le compita tanto en sus candidaturas a la presidencia de la república, como al puesto de secretario general del partido rojinegro.
Este lunes a finalizar la tarde, Ortega y Murillo, junto al resto de candidatos, fueron presentados e inscritos en el Consejo Supremo Electoral (CSE), dominado por simpatizantes del FSLN.
Sucesión dinástica
De ganar Ortega las próximas elecciones —situación que se prevé porque ha eliminado la competencia electoral y conculcado las libertades civiles en Nicaragua—, su periodo culminaría en 2027, lo que representa que el caudillo sandinista estará 20 años consecutivos en el poder, más que ningún otro gobernante en la historia de Nicaragua. Eso sin tomar en cuenta los cinco años que gobernó en la década de los años 80 como presidente y los 16 años en la oposición, “en los que gobernó desde abajo”.
Sin embargo, analistas estiman que el verdadero objetivo de Ortega es dejar abierta la vía de la sucesión dinástica familiar por medio de Murillo, por lo cual estaría renunciando al poder en medio del período de Gobierno, para dar paso a que Murillo se quede en la silla presidencial.
El director de CONFIDENCIAL, Carlos Fernando Chamorro, quien se encuentra en el exilio debido a la persecución e intentos de encarcelamiento del régimen, escribió en una columna de opinión que el proyecto de sucesión dinástica de Ortega y Murillo acabó con las protestas ciudadanas de abril de 2018, que fueron reprimidas con violencia.
“Este lunes se inscribió la fórmula presidencial del Frente Sandinista con la que Ortega pretende imponerle al país una sucesión dinástica, al mantener a su esposa Rosario Murillo como candidata a vicepresidente. Sin embargo, desde el estallido de las protestas cívicas de abril 2018, cuando la mayoría política azul y blanco del país de forma masiva demandó el fin de la dictadura y elecciones anticipadas, Ortega y Murillo perdieron las elecciones de noviembre 2021. La Rebelión de Abril enterró para siempre el proyecto de una dictadura dinástica y de una candidatura presidencial de Murillo en 2021”, escribió Chamorro.
Congreso virtual
El Congreso del Frente Sandinista fue llevado a cabo de forma virtual, con Ortega y su esposa desde su casa en el Carmen, acompañados por el secretario general de la Alcaldía de Managua, Fidel Moreno, mientras que 28 delegaciones del partido rojinegro de todo el país, incluyendo Managua, participaban a través de transmisiones virtuales.
Las delegaciones fueron denominadas como las Unidades de Victoria Electorales (UVE) de las cabeceras departamentales del país. Estas fueron instaladas el pasado mes de noviembre y “consisten en fortalecer la organización y sobre todo, retomar el legado de los Héroes y Mártires, para seguir defendiendo la Revolución”, dice una publicación del oficialista El 19 Digital. En la práctica, las UVE organizan mítines políticos y promueven la organización territorial del partido de Gobierno.
Luego de la votación “unánime” con la que fueron ratificados los candidatos del Frente Sandinista, Murillo tomó la palabra para agradecer el respaldo de los congresistas y del Frente Sandinista, como partido, a su gestión como vicepresidenta y por postularla nuevamente en una nueva candidatura.
Según el portal oficialista El 19 Digital, en el Congreso del Frente Sandinista participaron “2 932 congresistas, entre ellos 1 485 compañeras, 1 447 compañeros; de éstos 1 199 son jóvenes menores de 30 años, 560 son militantes de todas las generaciones y 560 son militantes dirigentes juveniles y estudiantiles”.
En su discurso, Ortega bosquejó una remembranza de los personajes, cuyos nombres llevan las UVE que participaron en el evento partidario; y nuevamente fustigó al clero de la Iglesia católica, a los que ahora acusa de “bendecir” las atrocidades de la dictadura somocista.
“Las hipocresías, las actitudes falsas de los que Cristo llamó mercaderes del templo que se disfrazaban como sacerdotes y se tomaban los templos y engañaban a la gente y se comportaban como si fuesen la máxima autoridad moral”, dijo el presidente.
“El mensaje de Cristo no necesita de intermediarios. Dios para comunicarse con los pueblos, con las familias, ni Dios, ni Cristo necesita a esos fariseos de intermediarios. Por algo es Dios, por algo es Cristo. Nunca dijeron que se buscarán intermediarios para comunicarse con ellos”, añadió.