31 de julio 2021
Familiares de los presos políticos —que permanecen en celdas de máxima seguridad en el Sistema Penitenciario Jorge Navarro, conocido como La Modelo—, denunciaron que sus parientes permanecen en condiciones inhumanas y están enfermos, mientras las autoridades del penal no les dan atención médica o no les permiten el ingreso completo de medicinas.
Parientes del reo político Néstor Montealto dijeron estar “muy preocupados”, porque su familiar está “enfermo, con síntomas aparentes de apendicitis y sin poder recibir atención médica”.
“En más de tres meses que tiene de estar en las celdas de máxima seguridad se ha puesto peor, no aguanta estar boca abajo, no se puede reír, no puede hacer fuerza, hasta llora del dolor que le inicia desde sus testículos hasta su ombligo”, denunció un familiar, que pidió se protegiera su identidad para evitar represalias.
Las autoridades del Penal —afirmaron los familiares— no llevan a los presos políticos de máxima seguridad a recibir atención médica, y tampoco les permiten el ingreso de medicinas recetadas por especialistas consultados por sus parientes, quienes les describen a los médicos los síntomas de sus familiares.
“Cuando la persona que lo visita le lleva medicinas se tiene que regresar con prácticamente todas. Nosotros sabemos que a ella (la familiar) no le gusta denunciar porque no quiere perder las visitas, pero sabemos que no es normal que venga con todo eso de regreso, no le dejan pasar las medicinas, y cuando se le lleva de esas genéricas, para el dolor, los funcionarios solo le dejan pasar unas cinco”, señaló.
Montealto fue detenido el 20 de noviembre de 2019. El pasado 20 de julio cumplió 20 meses de estar encarcelado “injustamente”, destacaron sus parientes que insisten en que su familiar es “inocente” y “no cometió” los delitos de crimen organizado y portación ilegal de sustancias psicotrópicas y alucinógenas, por los que la justicia orteguista lo condenó a 26 años de prisión.
“Él en realidad está preso por apoyar las manifestaciones contra el Gobierno. Habitaba en el barrio 8 de Marzo, ubicado cerca de la Universidad Politécnica (Upoli), y es así que empezó a apoyar a los jóvenes que se atrincheraron, se unió a las protestas y ese fue su delito, buscar y exigir una Nicaragua libre, democrática, donde no se mate a los jóvenes por protestar”, destacó.
Ernesto Ramírez sigue “castigado”
El preso político Ernesto Ramírez, encarcelado desde mayo de 2019, tiene más de seis meses en las celdas de máxima seguridad de La Modelo, en condiciones que sus parientes describen como “inhumanas”.
Ramírez fue traslado a las celdas de castigo el 31 de diciembre de 2020, luego que participara —con los labios zurcidos— de una huelga de hambre que impulsaron desde el penal un grupo de presos políticos, que exigían su libertad inmediata.
“Nosotros como familia creíamos que solo lo tendrían ahí por un tiempo, pero al parecer lo tendrán ahí hasta que se les ocurra liberarlo”, lamentaron los parientes del reo político.
Ramírez fue acusado de tráfico de armas de alto calibre y estupefacientes; fue condenado a 20 años de prisión. Según sus familiares, en los meses que ha estado en las celdas de máxima seguridad, la salud de su pariente se ha deteriorado “más rápido”. Él padece problemas renales y estomacales por las “condiciones insalubres en las que se alimenta y por la contaminación del agua que ingiere”.
“Él está solo. Lo tienen en un espacio donde solo puede estar de pie o acostado. No tiene luz, hay poca ventilación, lo vigilan desde una cámara, tienen más de dos meses sin ir al 'patio sol', está incomunicado y enfermo, y no le dan ningún tipo de atención médica”, describió una familiar, que pidió el anonimato.
Explicó que la situación de Ramírez, en las celdas de castigo, es “más compleja” y“ angustiante”, ya que “al ser trasladado a esa celda los golpean y luego lo mantienen bajo tortura psicológica”.
Resaltó que la reclusión de un reo en las celdas de máxima seguridad es “más costoso” para la familia, ya que tienen que llevar provisiones semanalmente y debe ser comida previamente cocinada, pues en esa área “no tienen permiso ni condiciones para cocinar”.
Jaime Navarrete también sufre aislamiento
Margine Blandón, madre del reo político Jaime Navarrete, denunció recientemente en sus redes sociales que su hijo cumplió —el pasado 24 de julio— tres años de estar “secuestrado injustamente por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo”.
Señaló que las condiciones de Navarrete “son precarias e inhumanas”, ya que en las celdas de castigo “es constantemente sometido a torturas psicológicas, que van desde el aislamiento, sin derecho a horas de sol, hasta el despojo de los libros que la familia le ha llevado para soportar el encierro”.
“Como forma de castigo le quitaron su biblia”, aseguró Blandón, en su publicación. Navarrete ha sido detenido en dos ocasiones; una en junio de 2018 y la última el 24 de julio de 2019.
Detalló que Navarrete tiene el tabique nasal quebrado y debe respirar por la boca. “Lo tienen en aislamiento, no le dan atención médica, no recibe sus alimentos en buen estado y completos, lo tienen en un lugar sin luz, y le entregan solo lo que quieren de la paquetería”.
El régimen orteguista mantiene encarcelados a más de 140 presos políticos, que han protestado y denunciado las violaciones a derechos humanos que se comenten en el país.
Piden reunión al presidente Joe Biden
El senador por Florida, Marco Rubio, a través de un artículo de opinión divulgado en el diario El Nuevo Herald, solicitó al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que se reúna personalmente con los familiares de los presos políticos de Nicaragua.
“Ellos están ansiosos de poder contar sus historias y hablar sobre las injusticias del régimen de Ortega. Debemos asegurarnos que EE. UU. siga escuchando su clamor por la libertad. Está en juego el futuro de la democracia en nuestro hemisferio”, destacó en su artículo.
Además, instó a la Administración estadounidense a que fortalezca las sanciones contra funcionarios del régimen de Daniel Ortega, apuntando que el orteguismo para mantener el control “ha pasado de fomentar el caos en las calles y la violencia contra manifestantes a simplemente encarcelar a sus oponentes”.