28 de julio 2021
Después de varias semanas de aumento de casos y hospitalizaciones por covid-19, el Ministerio de Salud (Minsa) permanece en silencio sobre el rebrote de covid-19, que afecta a Nicaragua. Sin embargo, no prevenir la circulación del virus aumenta el peligro para los países vecinos porque a mayor replicación del virus hay más riesgo de que aparezca una mutación que lo vuelva más contagioso, valora el epidemiólogo salvadoreño, Alfonso Rosales, quien sigue información sobre el comportamiento de la pandemia en Centroamérica.
“Una circulación del virus acelerada lo que le está diciendo es que el virus se está trasmitiendo con mayor intensidad y por lo tanto va a estar mutando con mayor intensidad - va a tener un mayor número de mutaciones- eso pone en riesgo de que aparezca en una determinada zona geográfica una mutación que haga al virus más virulento o que se haga más contagioso. Eso da problemas a los sistemas nacionales de Salud para controlar la epidemia (…) el virus no conoce de fronteras (…) lo que pase en Nicaragua va afectar al resto de países”, explica el especialista en entrevista con CONFIDENCIAL.
Rosales es epidemiólogo con más de 25 años de experiencia, y consultor independiente, radicado en Costa Rica. A diario monitorea las estadísticas que marcan la pauta del comportamiento de la pandemia en Centroamérica: nuevos casos, muertos, recuperados, avance de la cobertura de vacunación contra la covid-19 e identificación de variantes.
Como ocurrió el pasado 20 de julio, cuando Costa Rica confirmó la detección de los primeros 16 casos con la variante Delta, uno de ellos procedente de Nicaragua. Delta se ha distinguido de las otras tres variantes de preocupación por ser más contagiosa: 60% más que la variante Alfa -identificada en Reino Unido-, según estimaciones del epidemiólogo Neil Ferguson, del Imperial College de Londres a medios de comunicación a mediados de junio. Por esa misma fecha, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que Delta tenía potencial de ser más letal.
El epidemiólogo Rosales explica que una vez que aparece una variante con mayor probabilidad de contagio, predomina sobre las otras, y empieza a circular con más frecuencia, por ende, es cuestión de tiempo para que eso ocurra en Costa Rica. Respecto a la persona proveniente de Nicaragua y que fue identificada con la variante, lo más seguro es que contagió a más personas, consideró.
“Lo que yo asumiría como miembro de un Ministerio de Salud de Nicaragua que la variante Delta ya está en el país”, expresó el también especialista en Salud Pública. Sin embargo, tras una semana del anuncio y que el Ministerio de Salud tico notificara a las autoridades nicaragüenses, según informó el diario La Prensa, el Minsa no se ha pronunciado sobre el caso y tampoco se ha referido si ya está en marcha la vigilancia genómica para detectar variantes del SARS- CoV-2.
Previo al anuncio de las autoridades sanitarias de Costa Rica sobre la variante Delta, médicos independientes expresaron sus sospechas que en Nicaragua circulara alguna variante debido a los nuevos cuadros clínicos que observaban en sus pacientes, pero no se podía afirmar sin tener la vigilancia genómica.
- Minsa reitera ascenso de covid-19: promedio diario de 52 casos en la última semana
- Régimen evita identificar las variantes del coronavirus
Transparencia y credibilidad en cifras
A 16 meses desde que se identificó el primer caso de covid-19 en el país, Nicaragua mantiene bajo secreto el número de pruebas PCR que ha aplicado y durante las últimas 42 semanas solamente reconoce un fallecimiento por covid cada siete días.
Las cifras oficiales muestran que tan solo 195 personas han muerto por la pandemia. Sin embargo, esas estadísticas son poco creíbles y apuntan a un subregistro, considera el epidemiólogo Rosales.
El subregistro se alimenta por dos vías: las personas que no acuden a las unidades de salud, y los casos de ciudadanos que padecen la infección, asisten a las clínicas, pero los médicos no brindan un diagnóstico adecuado. En ese sentido, la OMS define las muertes por covid a las resultantes de una enfermedad clínicamente compatible con un caso probable o confirmado de covid-19.
“Que una persona con síntomas respiratorios en una pandemia que llega a un hospital con dificultades respiratorias, que tiene una radiografía de neumonía, que se muere y que la diagnostiquen como una neumonía atípica eso es increíble”, y eso está pasado en varios países y en Nicaragua, “donde se reporta cada semana un muerto. Es bastante imposible de creer y ya se sabe de que Nicaragua no está reportando lo que debería", expresó el médico.
“Mi valoración sería muy baja para la respuesta que ha dado Nicaragua- frente a la pandemia-”, afirma Rosales porque considera que no se ha protegido a su población como debería haberlo hecho. Una de las quejas más recientes por parte de los pacientes es que acuden a los centros de salud para que les realicen una prueba PCR, y aunque presenten síntomas, no se las hacen, pero si les entregan un tratamiento “preventivo” para la covid-19.
El epidemiólogo Rosales explica que el fin de una estrategia de contención de casos es que una vez que se identifica a una persona con un PCR positivo, se debe aislar y luego, hacer un seguimiento de los nexos, a quienes también es recomendable practicarles un test; y si este saliera positivo, también se debe aislar y de lo contrario, se orienta una cuarentena de dos semanas para cortar la transmisión del virus y contener la epidemia.
Testimonios de pacientes covid han confirmado que posterior a la consulta, un trabajador del Minsa los visita para evaluar su estado general y conocer sus contactos, pero a estos no les realizan la prueba, aunque si les entregan medicamentos.
El epidemiólogo Rosales explica que en medio de una pandemia y si la institución de Salud no tiene los suficientes test para cubrir a toda la población, se asume que una persona con síntomas gripales es un caso covid. No obstante, cuestiona la entrega de medicamentos como la ivermectina y colchicina, que carecen de evidencia científica para ser utilizadas como tratamiento de la enfermedad.
“Si vamos a estar utilizando medicina mágica, entonces, démosle ivermectina, pero si nos vamos a estar basando en los cánones de la medicina para dar medicina de acuerdo a la evidencia científica, entonces, no está bien lo que está haciendo el Gobierno”, expresó.
El rol del Minsa en Nicaragua
El Ministerio de Salud (Minsa) no ha alertado a la población sobre el aumento de contagios por covid y más bien, el Gobierno ha seguido promoviendo actividades de aglomeración. Con el incremento de contagios y hospitalizaciones también aumentan las muertes y si el Gobierno o el Ministerio de Salud, cuyo rol es proteger la salud de la población, no hace nada, “quiere decir que no está cumpliendo su rol”.
En este sentido, la comunicación del riesgo es clave porque informa a la población sobre el riesgo de enfermar o morir con el propósito que complementen las medidas de protección individual y colectiva que debió impulsar el Minsa.
“Si estamos ante un rebrote que está en toda Centroamérica y está más que evidenciado. Nicaragua no es una isla, por lo tanto, lo más seguro es que hay un rebrote también y probablemente, una circulación ya de la variante Delta en Nicaragua y una parálisis del sistema-de Salud- lo que hace es empeorar la situación y no brindar la protección de las comunidades y de los individuos", reiteró el epidemiólogo.