21 de julio 2021
Walmart Nicaragua espera dejar de importar lechuga en el futuro cercano. Gran parte del mérito lo tiene el estiliano Silvio Pérez, uno de sus proveedores de vegetales, quien ganó un concurso regional dotado con 40 000 dólares, que usó para reconstruir sus invernaderos destruidos por el clima en 2020, con lo que ahora produce el doble de lechugas, y más grandes.
Gracias a su presencia en toda la región centroamericana, Walmart importa y exporta sus excedentes productivos para mantener surtida su cadena. En mayo pasado, anunciaron que estaban enviando chiltomas, plátanos y chayotes a Honduras y Guatemala; que exportaban frijoles a Guatemala y Costa Rica, y que próximamente también enviarían frijoles a El Salvador.
El Programa Tierra Fértil, que impulsa esa transnacional, apoya a los productores con asistencia técnica, innovación, transferencia de tecnología, financiamiento y acceso a un mercado seguro. “La idea no es solo comprarles a nuestros productores, sino también llevarlos de la mano para que un productor pequeño se convierta en mediano, y en un futuro sea un agroempresario”, dijo Edgard Lira, gerente de Compras de Frutas y Vegetales de Walmart Nicaragua.
La relación de Pérez con la empresa dueña de una cadena mundial de supermercados inició en 2015, cuando él participó en una de sus ferias agrícolas, pasando a convertirse en proveedor de lechugas cultivadas por medio de un sistema hidropónico que en determinado momento le permitió producir hasta 14 000 lechugas mensuales.
Aunque ese nivel de producción es muy bueno, Pérez tuvo que abandonarlo debido a que “el sistema de siembra no era el adecuado; era muy complicado, y nunca antes había sido usado en Nicaragua” lo que generaba mucha inestabilidad en término de montos producidos.
En 2017, siguiendo la recomendación de un técnico de Walmart traído desde Costa Rica, su socio en ese emprendimiento decidió abandonar el sistema y adoptar uno más eficiente. Los resultados positivos se vieron apenas unos 20 días después, por lo que comenzaron a hacer el cambio, y se quedaron usando el nuevo sistema.
Factores en contra y la reinvención en producción de lechugas
Luego llegaría la Rebelión de Abril, con toda la inestabilidad que eso significó, y hubo que detener muchas operaciones. En 2019, volvió a iniciar operaciones, pero todo se complicó porque los proveedores habían desaparecido.
En 2020, por una recomendación de otro técnico de Walmart, adoptaron una variedad de lechuga traída desde Costa Rica que les produjo mejores rendimientos durante tres meses, hasta que en mayo de ese año, un tornado destruyó los túneles y malogró la cosecha, causando grandes pérdidas.
Participar en el concurso del año pasado –y ganarlo- le permitió acceder a los 40 000 dólares del premio, dinero que él usó para reconstruir 1800 metros cuadrados de macrotúneles, con lo que la producción pasó de 14 000 a 30 000 lechugas gourmet, generando una docena de empleos -entre directos e indirectos- lo que ha venido a mejorar las condiciones de vida de la comunidad.
Otra ventaja adicional es que si en un sistema abierto, las lechugas se cosechan entre 60 a 70 días después, el invernadero permite cultivarla en apenas 28 días, y obtener el doble de peso, llegando a alcanzar 240, 300 y hasta 360 gramos, por lo que Walmart Nicaragua se plantea dejar de importar esa verdura, dado que los productores locales estarán en capacidad de surtir toda la demanda de las cadenas de supermercados que operan en el país.
Al analizar los resultados, el gerente Lira dijo que “este sistema de producción es muy novedoso. Posiblemente sea el único en Nicaragua. Trae muchísimas ventajas, ya que es altamente eficiente, si se compara con el sistema de producción tradicional, y con bajo consumo de agua. Como es un sistema hermético, no hay plagas, así que el uso de agroquímicos es muy reducido, casi nulo”.
Ahora, se piensa que la propiedad de Pérez puede convertirse en una finca modelo que permita realizar intercambios de aprendizaje comunitario, donde pequeños productores de la zona puedan visitar el invernadero, de modo que visualicen nuevas tecnologías y formas de cultivo, y pasar de un modelo de producción extensiva, a uno intensivo.