13 de julio 2021
Presiones a anunciantes, retenes policiales en medios y casas de periodistas, menor actividad en redes sociales por temor a ser perseguidos, y pedido de las fuentes para que no se les consulte o al menos no se les mencione, son una muestra de la grave realidad que enfrenta el periodismo en Nicaragua bajo el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, que busca "silenciar a las voces críticas", revela un informe de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
"Lo que se busca es acallar todo cuestionamiento al poder concentrado en el matrimonio gobernante. El silencio de la calle habla, y el silencio de las redes también", explicó Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP.
Una misión internacional de la SIP mantuvo reuniones, entre el 28 de junio y el 2 de julio, con periodistas, directivos de medios, dirigentes de la oposición, académicos, empresarios, representantes de la sociedad civil y de la Iglesia católica para conocer la situación de la libertad de expresión en Nicaragua. "Todas las reuniones se hicieron en línea debido a las limitaciones ocasionadas por la pandemia y las dificultades que imponen a los periodistas las autoridades migratorias de Nicaragua para entrar al país", detallaron.
Al respecto, Jornet insistió que tras las conversaciones pudieron comprobar "una grave degradación de los derechos humanos" en el país. "Es violatorio a la libertad de prensa que se cite a periodistas y se les cuestione cómo se hace su trabajo. Al régimen lo exaspera que haya periodistas valientes empecinados en no callar", apuntó.
"Cuando en un país no hay ley, justicia, o libertad de expresión, no hay condiciones mínimas para la democracia y si no hay democracia quien está en el poder es un autócrata, un tirano que busca permanecer en el poder", denunció.
Urrejola: "No se respira en Nicaragua"
Los directivos de la SIP entregaron su informe sobre la situación de la libertad de prensa en Nicaragua a la CIDH y a la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, que recoge testimonios "en todos los casos bajo el compromiso de mantener absoluta reserva, lo que refleja el clima de zozobra imperante tras la sucesión de allanamientos, requisas, amenazas desembozadas, persecuciones ilegales, espionaje militar y detenciones arbitrarias".
Antonia Urrejola, presidenta de la CIDH, afirmó que han denunciado la reducción de los espacios cívicos en Nicaragua y que la preocupación incrementó desde finales del año pasado con la aprobación de leyes dispuestas para reprimir bajo distintas formas.
"Hay hostigamiento al periodismo independiente. En Nicaragua no ha cesado la represión, se ha silenciado todo, y esto lleva a que la situación de Nicaragua sea una las más preocupantes en todo el continente", manifestó.
"Cualquier gobierno autoritario lo primero que hace es atacar a la prensa, eso es lo que ha sucedido en Nicaragua", presidenta de la CIDH, Antonia Urrejola.
— SIP • IAPA (@sip_oficial) July 13, 2021
Urrejola insistió que "no se respira en Nicaragua, esa es la verdad, no se respira en términos democráticos y del debate público, porque cualquier voz que sobresalga está siendo hostigada, encarcelada o tiene que irse".
"Se han silenciado las voces disidentes, las protestas en la calle por mecanismos silenciosos de represión. No se puede vivir bajo permanente asedio y es lo que hemos visto en Nicaragua", explicó.
Intentan imponer "apagón informativo"
El régimen Ortega-Murillo "intenta instaurar un apagón informativo" en el país cuando faltan cuatro meses para las elecciones generales previstas para el próximo 7 de noviembre, advirtió esta semana el Informe de Violaciones a la Libertad de Prensa, divulgado por el diario La Prensa.
Un total de 44 casos de violaciones a la libertad de prensa se registraron en Nicaragua, durante el mes junio, según el monitoreo realizado por 18 promotores y que antes realizaba la desaparecida Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCh).
En documento detalla que del total de los casos registrados en este periodo se reportan 18 procesos civiles y penales, 17 agresiones y ataques, 7 abusos de poder estatal, 1 detención arbitraria y 1 discurso estigmatizante.
En el 88,6% de las agresiones (39 de las 44) reportadas el mes pasado fueron perpetradas por agentes del estatales.
"En Nicaragua las amenazas, agresiones e intentos de silenciar al periodismo independiente, no son recientes, datan desde la llegada al poder del Gobierno de Daniel Ortega en 2007", recuerda el informe. Sin embargo, alerta que entre mayo y junio de 2021 "han aumentado a gran escala y con altos niveles de violencia y hostilidad estatal".
Menciona que la Ley Especial de Ciberdelitos conocida como "Ley Mordaza", que entró en vigor desde el 30 de diciembre de 2020, "es la principal amenaza jurídica con la que el Gobierno busca intimidar a directores de medios, directores de programas y reporteros de todo el país".
"Así se ha evidenciado en los incriminatorios interrogatorios implementados por la Fiscalía desde el pasado mes de mayo de 2021", asegura el informe.
Las amenazas de Murillo
La semana pasada, la vicepresidenta y primera dama, Rosario Murillo, advirtió a los periodistas independientes de estar publicando “noticias falsas” sobre temas de Salud, con información de “falsos médicos y con falsos pronósticos”, lo cual podría ser castigado con la Ley Especial de Ciberdelitos.
"Ya los hemos dicho, medios de comunicación que nosotros llamamos chachalacas, urracas parlanchinas, que se dedican a cantar únicamente malignidades, y bueno, reiteramos, todo se paga en la vida, ayer decíamos: nadie es eterno, la vida de los seres humanos es de tránsito", dijo Murillo.
La controvertida ley contiene 25 definiciones, sin embargo, según advierten sus críticos, no define dos conceptos claves para su aplicación: información falsa (“fake news”) e información tergiversada. Es decir, será el sistema judicial, controlado por magistrados y jueces afines al sandinismo, los que tendrán la discrecionalidad de decidir qué es o no una información falsa o si la información produce alarma, temor o zozobra, según el movimiento Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN).
El pasado 25 de junio, la vicepresidenta había cargado contra los periodistas a los que acusó de “inventar cualquier cosa para sembrar el terror”, los tildó de “malignos”, “hipócritas”, “destructores”, “criminales”, “terroristas de la comunicación”, y agradeció a Dios que van “quedando en unos cuantos miserables”.