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Enrique Sáenz: “El ataque a banqueros y empresarios perjudicará a todos”

“Ortega siembra más incertidumbre en inversionistas y consumidores, el impacto económico afecta a sandinistas y no sandinista”, advierte economista

Enrique Sáenz: "Ortega y sus cómplices convirtieron de forma fraudulenta la deuda petrolera en deuda pública" en Nicaragua

Iván Olivares

18 de junio 2021

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La ampliación de la estrategia represiva del régimen –que pasó de secuestrar a líderes políticos, a arrestar banqueros y amenazar o perseguir a empresarios- muestra que Daniel Ortega comenzó a transitar un camino que no solo es peligroso para él, sino también para el conjunto de la nación.

Atacar a banqueros y empresarios “es una operación que no es controlable políticamente; un pánico financiero no puede contenerse con represión, ni con ninguna medida, y Ortega está transitando por una vía que no solo lo perjudicará a él, sino que nos puede afectar a todos”, dijo el economista Enrique Sáenz, entrevistado en CONFIDENCIAL Radio, que transmite Radio Corporación.

Si bien hace algunas semanas, las proyecciones del Banco Central como de Funides indicaban que el producto interno bruto (PIB), crecería alrededor del 3%, siguiendo la tónica observada durante el primer trimestre del año, que marcó alrededor del 3%, el experto dijo, citando datos del Instituto Nicaragüense de Información para el Desarrollo (Inide), que ese crecimiento no se tradujo en más empleos ni en mejores salarios.


“El salario real de los trabajadores del sector formal de la economía ha venido deteriorándose de manera progresiva y con mayor acento, más intensamente, en el primer trimestre. ¿Qué clase de crecimiento económico es este, que no se traduce en mejora de los ingresos, ni siquiera de la economía formal?”, cuestionó.

Sáenz dijo, citando datos del informe trimestral de comportamiento del empleo, que publica el Inide, que el 5% de la población está en desempleo abierto; el 44% en subempleo, (o sea que ni siquiera reciben el salario mínimo), y el 14% son trabajadores sin salario. “El 63% de la población, al cerrar el primer trimestre, estaba en condición de desempleo o subempleo”, observó.

Si esa ruta “aparentemente positiva” hasta el primer trimestre, tampoco se tradujo en mejoras de ingreso ni mejoras de empleo, el aumento de la inestabilidad que implica esta nueva embestida, se habrá de sentir en el corto y el mediano plazo.

“La crisis persistirá, afectando a sandinistas y no sandinistas; a los empresarios sandinistas, como a los empresarios que no son sandinistas, y ellos lo ven todos los meses en sus estados de resultado, en sus estados financieros”, señaló.

Las consecuencias serán económicas

Sáenz opina que el primer impacto de esta nueva embestida es político, pero al sembrar más incertidumbre y desconfianza, el segundo impacto se verá en inversionistas y consumidores que retraen sus decisiones.

“Con la captura de Luis Rivas y la embestida a los directivos de Funides, Ortega subió un escalón. Hasta antes de Luis Rivas, uno podía decir ‘son medidas de carácter electoral, o político, o una forma de venganza’, que tienen una repercusión económica, pero a partir del secuestro de Luis Rivas, ves que estas son medidas que tienen un impacto económico directo, y después político, pero primero económico”, explicó.

Sáenz recordó la reforma a la Ley de Consumidores, “en apariencia inocente, pero en realidad pretendía poner una pistola en la cabeza a los banqueros para que reabrieran las operaciones financieras a quienes habían sido sancionados por lavado de dinero, corrupción, etc.”.

“Eso colocaba a los bancos en una situación difícil pues sí accedían a Ortega, se arriesgaban a que los bancos corresponsales -sin los cuales no pueden operar en Estados Unidos- cortaran los vínculos, y si no accedían a la imposición de Ortega, se exponían a acciones como ésta”, graficó.

Todo ello se enmarca en lo que el economista interpreta como una decisión del dictador de “cancelar el circo electoral que venía preparando”. Ortega nunca dio muestras de que estaba en disposición de organizar unas elecciones libres, competitivas, observadas, y por el contrario, preparó un conjunto de acciones de carácter legal, en referencia a “las leyes del combo represivo”, resumió.

Suma a eso, las reformas a la Ley Electoral; apropiarse de la totalidad de la estructura electoral, copar el Consejo Supremo Electoral (CSE), con sus incondicionales; despojar de personalidad jurídica al PRD… etc.

En algún momento, Ortega decidió que no podía correr el riesgo con un circo, y resolvió sustituir elecciones por un expediente administrativo. Lo que está sobre la mesa es que, llegado el 7 de noviembre, el CSE se limitará a emitir, sellar y firmar un acta, como un simple expediente administrativo para acreditar la continuidad de Ortega en el poder, vaticinó.

“Un régimen que no puede ofrecer bienestar, sino sólo malestar económico y social a la población; que no puede ofrecer seguridad a los actores económicos; que solo puede ofrecer incertidumbre y desconfianza a la población, no puede sostenerse, porque podrá prolongar su agonía, por la fuerza, pero nada más”, remarcó.

El que quede…

Sáenz vislumbra que CxL como partido, “en su afán de preservarse como opción política y electoral, agotará hasta el último momento y no le dará a Ortega pretextos como el que utilizó con el Partido Conservador cuando anunció que no iba a participar, lo que le dio un pretexto a Ortega”.

“El argumento de que nos vamos con el último que quede, es fatal porque significa que nos vamos con el candidato que Ortega seleccione” dijo Sáenz.

“Creer ciegamente en la participación electoral cueste lo que cueste, es estar fuera de la realidad. Pensar que la gente está tan desesperada de Ortega, que va a volcar sus votos en las condiciones actuales, y que no habrá alternativas, es ignorar que la voluntad de Ortega es no dejar ninguna ranura”, comentó.

“Lo que se impone es una estrategia política que amplíe la mira, que sea más ancha, y que tenga mayor profundidad, porque si no cambiamos el enfoque, nos vamos a estrellar una y otra vez, cuando Ortega está claro. Si no reconocemos esa realidad, no podremos transformarla”, advirtió.

Ortega está viéndose en el espejo equivocado: el de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela. “Si a Maduro lo sancionaron, y él sigue ahí, nosotros [Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo] vamos a seguir en esto cueste lo que cueste, a sangre y fuego, pero la economía de Nicaragua es mucho más vulnerable”, porque el 45% del PIB, depende de que Nicaragua tenga excelentes relaciones con Estados Unidos.


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Iván Olivares

Iván Olivares

Periodista nicaragüense, exiliado en Costa Rica. Durante más de veinte años se ha desempeñado en CONFIDENCIAL como periodista de Economía. Antes trabajó en el semanario La Crónica, el diario La Prensa y El Nuevo Diario. Además, ha publicado en el Diario de Hoy, de El Salvador. Ha ganado en dos ocasiones el Premio a la Excelencia en Periodismo Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, en Nicaragua.

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