26 de mayo 2021
El Ministerio de Salud (Minsa) celebra que durante el 2020 esta institución pudo continuar con todos los programas de Salud y que a diferencia de otros países de la región fortalecieron las atenciones médicas. Sin embargo, si se evalúa a esta institución por resultados, las estadísticas oficiales muestran un deterioro.
“Es increíble cómo se movilizan por todo el país toditas las estrategias que se desarrollan en Salud. Esa es una de las grandes ventajas, como en Nicaragua nunca dejamos de realizar las actividades de los programas esenciales, de los programas emblemáticos y siempre estuvimos reforzando y fortaleciendo la atención a la población en términos de Salud”, afirmó el secretario del Minsa, Carlos Sáenz.
Según destacó Sáenz, en un programa de televisión de los medios afines al Gobierno de Ortega, durante el año de la pandemia, el Minsa continuó con éxito las brigadas médicas, las jornadas de vacunación, las brigadas móviles en los barrios y la lucha anti epidémica.
“Es cierto que siguieron haciendo estas actividades, pero qué pasa con los resultados. No me digás cuántas actividades realizaste, decime si estás consiguieron el resultado”, señala un salubrista consultado por CONFIDENCIAL, que pidió anonimato para evitar represalias.
Los datos oficiales publicados por el Minsa en el Mapa de Salud demostraron desde finales del año pasado, que el sistema de Salud de Nicaragua no estaba listo para enfrentar la pandemia y que ese fue el año que más exceso de muertes hubo en comparación a los últimos cinco años anteriores. Estas cifras ubican al país en el tercer puesto con más sobremortalidad atribuible a la pandemia. Y según proyecciones médicas en 2020 habrían ocurrido más de 9000 fallecimientos que solo pueden explicarse por la llegada de la covid-19.
En ese mismo año, Nicaragua mostró un incremento en las enfermedades crónicas. Los pacientes con hipertensión aumentaron un 35.3%, los diabéticos un 36.5%, los cardíacos un 182.6%. Y en comparación a los tres años anteriores, las muertes de estos pacientes también subieron. Si antes fallecían ocho personas por día a causa de infartos, entre enero y agosto de 2020, hubo 16. Mientras los fallecimientos por diabetes pasaron de seis por día a 13 y los de hipertensión de tres a cinco.
Saénz evade fracaso en lucha contra la malaria
De acuerdo al secretario del Minsa, “algunos países con toda esta situación (de pandemia) se les desarrollaron brotes de polio, de sarampión, de difteria, o sea comenzó a deteriorarse la situación de salud de la población”, pero no explica por qué en Nicaragua los contagios de epidemias como la malaria alcanzaron cifras nunca antes registradas en los últimos 20 años, según demostró la investigación “La promesa de erradicar la malaria: el fracaso del Minsa en Nicaragua”, publicada por CONFIDENCIAL.
Tampoco explica por qué el dengue sigue ubicando a Nicaragua en los primeros puestos de países de Latinoamérica con mayor incidencia. El año pasado, aunque hubo una disminución, el país se ubicó en el segundo lugar, solo debajo de Paraguay, según datos de la Organización Panamericana de la Salud.
“El asunto es que las cosas toca evaluarlas y evaluarlas no es decir cuántas cosas hicimos, evaluar significa que nos digan cuántos casos de dengue estamos evitando con las estrategias que estamos haciendo. Porque ahora resulta que la malaria se está diseminando y ahora aparecen casos de plasmodium falciparum (malaria cerebral) en Chinandega y eso ya nos pone en una alarma tremenda porque quiere decir que ya dejó de ser una enfermedad focalizada en el Caribe Norte”, señala la fuente médica.
Según el Mapa de Salud del Minsa, los casos de malaria cerebral pasaron de 2398 en 2019 a más de 11,000 en 2020, el año en que el Minsa proyectaba erradicar esta epidemia. “Que nos expliquen por qué los otros países mejoran más ¿Por qué en Centroamérica, El Salvador si fue declarado libre de malaria y nosotros no?”.
Minsa se autodeclara exitoso en manejo de la pandemia
Tanto el Minsa como el Gobierno de Daniel Ortega aseguran que han tenido un buen manejo de la pandemia de la covid-19. Según sus estadísticas en 14 meses solo hubo 7193 contagios, de los que solo 185 personas fallecieron. Unas cifras que ningún país de la región tiene.
“Ha llamado la atención como un pequeño país con recursos limitados como Nicaragua ha podido sortear mejor la pandemia del COVID-19 que muchos países desarrollados con enormes recursos”, afirma el oficialismo en el documento “Plan de lucha contra la pobreza por el desarrollo humano sostenible 2021-2026 y logros históricos del GRUN 2007-2020”.
Sin embargo, el manejo de la covid-19 ha sido cuestionado y poco transparente. El Estado nunca declaró una cuarentena, no realizó testeos masivos para identificar el virus, promovió y sigue promoviendo actividades que conducen aglomeraciones, despidió al personal médico que denunció irregulares como la negativa a que usaran equipo de protección personal en los primeros meses de pandemia y excluyó la muerte de pacientes con covid atribuyéndolas a otras causas.
“No podemos decir que estábamos preparados porque construimos no sé cuántos hospitales o porque compramos no sé cuántos mamógrafos. Eso está muy bien, ayuda a mejorar al sistema de salud, pero en concreto para covid-19 no estábamos preparados. Qué pasó con el protocolo que publicaron el año y que actualizaron recientemente, son protocolos muy cuestionables desde el punto de vista técnico”, señala el médico que pidió proteger su identidad.
En los últimos meses, el Gobierno de Ortega ha tenido un leve cambio en relación a la pandemia. Por los acuerdos con organismos multilaterales comenzó a publicar las adquisiciones que se realizaron en el contexto de la pandemia, actualizó una serie de guías para evitar contagios en unidades de transporte, farmacias, salones de bellezas, centros de compras, etc; pero estas no se han divulgado y en los mensajes oficiales se evita mencionar las palabras covid-19 o coronavirus, en su lugar hablan de enfermedades respiratorias.