7 de abril 2021
Lo encontraron solo en medio del desierto en Texas, muy cerca de la frontera entre Estados Unidos y México. Llegó por la zona del Río Bravo, tras haberlo cruzado junto con un grupo de migrantes que buscaban entrar a EE. UU. de forma irregular. “¿Me puede ayudar? Es que yo venía con un grupo de personas y me dejaron botado y no sé adónde están”, clama entre sollozos el niño de suéter negro con amarillo, en un video difundido en medios estadounidenses y en las redes.
Es un niño nicaragüense de diez años cuyo nombre no revelaron las autoridades, según Good Morning America, de CBS. Más tarde, un portavoz de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP por sus siglas en inglés) así lo confirmó y agregó que un agente lo encontró "en un camino rural cerca de La Grulla, Texas".
"El pequeño, de Nicaragua, estaba angustiado y llorando después de despertar y darse cuenta de que el grupo de migrantes con el que viajaba lo había dejado atrás", dijo el vocero.
Su rostro se ha vuelto viral en medio de la crisis humanitaria que se vive en la frontera sur estadounidense. Es uno más que se suma a los 18 000 niños y adolescentes no acompañados que han llegado a Estados Unidos y se encuentran bajo custodia de las autoridades, de acuerdo con los números del mes de marzo. Es la cifra más alta desde que el Gobierno empezó a compartir estos datos.
Los medios estadounidenses han replicado la grabación publicada el pasado 3 de abril en Facebook: “Un amigo agente de la Patrulla Fronteriza iba para su casa cuando encontró a este niño al este de la Ciudad de Río Grande en un área infestada de serpientes de cascabel. Se despertó después de ser abandonado por un grupo con el que viajaba. Esto fue hace dos días”, escribió Anjel Hernández en su publicación.
Niños migrantes en hacinamiento en medio de la pandemia
De ser así, el niño nicaragüense habría sido encontrado hace una semana, el jueves primero de abril, por el agente que grabó el video. “¿Para dónde me voy a ir, me pueden robar, secuestrar o algo”, le dijo llorando al oficial que, según el reporte de Good Morning America, lo trasladó un centro de detención de menores en la ciudad de Donna, Texas, un sitio tan hacinado que los niños allí recluidos deben turnarse para dormir en el piso.
La agencia Efe reportó que en ese centro del Departamento de Seguridad Nacional de Donna hay 4000 personas amontonadas en grupos, durmiendo en el piso en colchonetas, —en medio de la pandemia de coronavirus que requiere de distanciamiento social para evitar su propagación—. “Los niños son alojados por cientos en ocho cápsulas que tienen un tamaño de aproximadamente 3200 pies cuadrados (297 metros cuadrados)”, informó.
Los periodistas ingresaron a ese lugar un día antes que el niño nicaragüense fuese rescatado, el 30 de marzo, cuando la administración de Joe Biden permitió por primera vez el acceso a la prensa que registra el preocupante aumento de casos de niños que llegan de forma irregular y solos a Estados Unidos.
Un nuevo pico de niños migrantes no acompañados
No es una situación nueva. La llegada de niños y adolescentes sin sus padres o encargados inició en los 2000, empezó a aumentar en 2011 y tuvo uno de sus picos en 2014, cuando llegaron más de 68 000, la mayoría de Centroamérica, reportaron los medios estadounidenses.
Entre la decenas de videos que circulan sobre la crisis migratoria, se ve incluso cómo una persona, identificada como “coyote”, lanza por encima del muro fronterizo a infantes para que ingresen a suelo estadounidense.
“En seis meses han ingresado a Estados Unidos 47 729 menores no acompañados. En marzo fueron 18 800, según cifras provisionales... No se había visto tal dimensión de este fenómeno desde mayo de 2019, durante el Gobierno del republicano Donald Trump. Entonces fueron procesados 11.861 niños y niñas en la línea fronteriza”, reportó el diario El País en el especial El Río Bravo se desborda de menores no acompañados. Los padres envían a los niños con la esperanza de que les dejen quedarse en el país donde ya reside algún familiar.
Uno de ellos es el pequeño nicaragüense, de suéter negro con amarillo y camisa de Batman, que pronto sería trasladado a un albergue de niños migrantes para que se reuniera con sus familiares que viven en Estados Unidos, aseguró Good Morning America. El portavoz de la CBP confirmó esta información también detallando que pasaría bajo custodia de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos.
Cien mil en un mes, huyendo de las crisis
No solo ha aumentado el número de menores de edad que buscan ingresar a Estados Unidos por puntos ciegos. En general, hay un aumento de rechazos de migrantes en la frontera de México y Estados Unidos. Según datos de las autoridades de la CBP, más de 100 000 personas fueron impedidas de cruzar irregularmente en febrero pasado.
Aunque la mayoría de los niños centroamericanos que llegan a Estados Unidos son de Guatemala, El Salvador y Honduras, también los hay de Nicaragua. Los migrantes huyen de la pobreza, la violencia, la falta de empleo, los embates del cambio climático y la pandemia de covid-19.
Del triángulo norte durante los últimos años han salido caravanas de decenas de miles de migrantes. De Nicaragua, en los últimos tres años se han desplazado más de 100 000 personas producto de la crisis sociopolítica y económica que estalló en abril de 2018, tras la represión estatal de las protestas masivas contra el Gobierno, según cifras de Acnur, la Agencia de la ONU para los Refugiados. Aunque la mayoría llegó a Costa Rica, los exiliados nicaragüenses también han viajado a Estados Unidos, España y otros países.
El presidente de Estados Unidos ha dicho a los migrantes: “No vengan, no salgan de sus ciudades y comunidades”, pero los migrantes continúan llegando, como el niño nicaragüense que aparentemente viajó sin sus padres, cruzó el Río Bravo, durmió solo, abandonado en medio del desierto, y caminó hasta encontrar a alguien: “Venía aquí a pedir auxilio”, exclamó entre lágrimas.
Nicaragüenses exiliados piden protección para el niño
La organización Nicaragüenses en el Mundo -NEEM que aglutina a Nicas en el exilio y diáspora (NEEM) pidió al presidente Biden que brinde protección al niño abandonado, con base en la crisis sociopolítica que vive Nicaragua.
La migración sin papeles forma parte de “las acciones extremas que muchos nicaragüenses han tomado como consecuencia de la continua persecución por el régimen de (Daniel) Ortega”, según NEEM.
“La decisión de dejar Nicaragua es realmente un tema de vida o muerte”, expresó en una carta a Biden, dirigida por la presidenta de NEEM, Haydée Castillo, una defensora de los derechos humanos que debió exiliarse tras recibir amenazas en Nicaragua.