3 de abril 2021
La Policía Nacional mantuvo su plan de asedio en contra de diversas figuras opositoras, lo que se manifestó con agentes acosando a familias en varias ciudades del país. CONFIDENCIAL habló con algunos afectados en Masaya, Managua, y Nueva Guinea, que relataron cómo es que este Viernes Santo, ellos también llegaron a verse afectados por ese calvario.
Antes, en Jueves Santo también se reportaron historias de otros asedios en Jinotega, Managua, y Boaco.
Tanto excarcelados como líderes de oposición, sufren acoso y persecución policial, en represalia a su involucramiento durante y después de la Rebelión de Abril. Muchos de ellos han denunciado sufrir una suerte de casa por cárcel de facto, en la que se les impide salir de sus casas, incluso para laborar, o para ir a la pulpería a comprar alimentos.
Es lo que le pasó a la familia del preso político Edward Lacayo Rodríguez, conocido como “La Loba Feroz” de Monimbó, en la madrugada de este viernes de Semana Santa. “A las 4:30 am, llegaron dos camionetas con antimotines y policías vestidos de celeste, y rodearon la casa, golpeando portones y puertas”, narra Karen, hermana del reo.
Unas horas después, a las 11:30 am, varios parientes, junto con un niño de cinco años, trataron de salir de la casa para comprar comida, pero al abrir el portón, se vieron rodeados de antimotines que les impidieron la salida.
La tensión es tanta, que la madre de Karen y Edward, doña Estela Rodríguez Zelaya, de 70 años de edad, grabó un audio para enviar un desesperado mensaje pidiendo ayuda. “Buenas tardes, Nicaragua. La Policía nos está asediando, nos está golpeando. Alerta Nicaragua, apóyennos, ayúdennos. Que vengan, vengan a apoyarnos que nos va a matar esta gente malvada… por el amor de Dios, den un grito de alerta, por favor”, clama antes de romper a sollozar.
Karen grabó otro audio en el que se identifica como hermana de ‘la Loba’, que se encuentra en La Modelo, en las celdas de máxima seguridad. “Cumplió dos años de secuestro este 15 de marzo, imputado por delitos falsos”, como narcotráfico, detalla.
Al narrar el despliegue policial, que incluye tres vehículos de patrulla, y de recordar que en esa casa habitan un niño de cinco años, un adolescente de 16, y su mamá, de 70 años, “que padece de diabetes e hipertensión”, más otras cuatro personas, Karen hace un llamado a la comunidad internacional y a los medios extranjeros de comunicación, porque “ya no aguantamos este asedio y persecución, solo porque somos familiares de un preso político, y porque no estamos de acuerdo con lo que está haciendo Daniel Ortega con Nicaragua”.
Para demostrar su drama diario, la familia hizo público un video en el que se observa a los policías retar a la familia Lacayo golpeando las verjas metálicas, mientras otro de ellos lanza un manotazo dentro de la casa a través de la reja, lo que la familia interpreta como un intento de robo del celular.
¿Y cómo es la Policía de Nicaragua? Ocurrió en Masaya. pic.twitter.com/KziThKkkMM
— Yader Luna (@Lunacero) April 3, 2021
Nueva Guinea: la foto, p’al jefe
Jairo Quiroz es miembro de la Directiva Municipal de la Alianza Cívica en Nueva Guinea, y se declara “opositor [al Frente Sandinista] desde 1996, porque he visto que con ese sistema político el pueblo no va a ninguna parte. Hemos incidido en la política de Zelaya Central”, dice recordando que fue vicealcalde dos veces, y candidato a diputado en la elección de 2011, “que yo gané, pero el FSLN me la quitó”.
Quiroz aún recuerda el día en que “Léster Alemán y otros líderes universitarios se reunieron en mi casa. Desde entonces, hemos sufrido un asedio terrible, y mi hija fue despedida al día siguiente de la empresa de cable para la que trabajaba, supuestamente por órdenes del Frente”, rememora.
Desde entonces, le ha tocado compartir encierro con su esposa, sus dos hijos y una nieta. El asedio persistió durante los días de Semana Santa.
“No me dejan salir, y no dejan entrar a nadie”, aunque a veces logran salir a hacer compras, explica. Su tesis es que el régimen pretende “obstaculizar que llevemos un mensaje de esperanza, libertad y democracia, a los líderes de esta comunidad”.
Aunque no está sufriendo los niveles de agresión sicológica de la familia Lacayo en Monimbó, Quiroz narra que sí ha habido algún tipo de agresión verbal, dos o tres veces, pero no física.
En vez de ello, ha podido tener algún diálogo amable con un jefe policial que hasta mostró comprensión hacia la lucha del pueblo nicaragüense. En otras ocasiones, los agentes enviados para tratar de intimidarlo “se quedan aquí por 20 o 30 minutos, se toman una foto para que el jefe vea que vinieron, y se van”.
Lo que sí le preocupa es la presencia de “fanáticos desalmados que amenazan con quemar mi casa, pero es para intimidarnos, para ver si bajamos la guardia, y dejamos de hacer nuestro trabajo de llevar el mensaje de esperanza a la población”, reiteró.
“Esto es por su culpa”
Martha Lorena Alvarado es la coordinadora de la Alianza Cívica en el Distrito VII de Managua, además de fundadora y representante legal de la Asociación de Familiares de Presos Políticos (AFPP). Ella (y su esposo e hijos), sufren ese acoso a diario. La rutina incluye tomar fotos a la familia, y que los uniformados se tomen fotos ellos mismos, “porque parece que tienen que estarse reportando”, especula.
Alvarado narra que “anduve en todas las marchas”. Luego tuvo que participar en huelgas de hambre, marchas, plantones, para exigir la liberación de su hijo, que fue puesto en libertad el 30 de diciembre del 2019, con otros 90 muchachos, “pero hay muchos otros que siguen presos”, recuerda.
El ocho de marzo del año pasado, mientras se preparaban para efectuar una actividad feminista a propósito del Día Internacional de la Mujer, “rodearon y acorralaron mi casa”. Una mujer policía le dijo muy claramente que todo ese despliegue era en contra de ella, y se quedaron toda la semana, desde las 5:00am hasta las 12:00 o 2:00 de la tarde, de lunes a lunes.
Luego, el 31 de diciembre del 2020, entraron a su casa a las cuatro de la mañana, golpearon las puertas, se llevaron los celulares de sus hijos, y no los devolvieron. Se marcharon un tiempo después, luego de tomar fotos y videos “por todos lados”.
“Aunque trabajamos clandestinos, parece que ellos saben todo lo que hacemos”, aseveró, mientras rechazaba que su núcleo familiar siga siendo objeto de esa agresión estatal.
A ella por su parte, solo le queda resistir, seguir adelante, y continuar haciendo las denuncias por los medios de comunicación.
"Esto es casi todos los días"
La jornada de asedio policial continuó este sábado frente a la vivienda del precandidato presidencial George Henríquez, del partido indígena Yatama, ubicada en la ciudad de Bluefields, en la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur (RACS).
Henríquez, que se encontraba fuera de la ciudad, llegó a su vivienda a las 9:34 de la mañana y se encontró con nueve agentes armados, a quienes reclamó una explicación y demandó que investiguen los crímenes que a diario ocurren en el país.
“Esto es casi todos los días, pero uno no quiere grabar todos los días porque esto cansa”, precisó el precandidato durante una transmisión en vivo a través de Facebook. “Uno no quiere esta tensión. A veces vienen y uno ni les ha ce caso”, agregó.
El aspirante presidencial valoró que la Policía debe ser apolítica y reclamó a los agentes: "ustedes están sirviendo a un partido político ¿imagínense si fuera lo contrario? ¿Ustedes se sienten orgullosos de esto?". Sin embargo, los nueve oficiales no respondieron a sus cuestionamientos y se dedicaron a hacerle fotografías.
"Hay tanto crimen en la ciudad y en las carreteras deberían estar allá, aquí no", señaló Henríquez. "Pónganse en el lugar de uno ¿Qué tal si ustedes tuvieran a nueve hombres armados afuera de su casa, donde está su familia, donde duermen su hijo, donde duerme su hija?".