20 de marzo 2021
Entre marzo y diciembre de 2020, Nicaragua superó los registros históricos de mortalidad de los últimos 15 años, con un estimado de 9000 más, que ubican al país como el tercero de 80 países del mundo con más exceso de muertes atribuibles a la covid-19, revela un nuevo análisis de sobremortalidad realizado por el doctor Carlos Hernández, del Comité Científico Multidisciplinario.
Según el análisis, de marzo a agosto de 2020 —cuando el Ministerio de Salud (Minsa) publicó por última vez los datos de mortalidad— hubo un exceso de 7772 muertes en comparación al promedio del mismo período de los últimos cuatros años (2015-2019). Y a diciembre, el cálculo de sobremortalidad se eleva a 9000. Sin embargo, el Minsa solamente admite 176 muertes en el primer año de la pandemia, por lo que las autoridades ocultarían 8824 muertes hasta diciembre de 2020, que serían aún más según los datos pendientes de 2021.
Hernández, pionero de estos análisis en Nicaragua, detalla que un total de 823 fallecimientos ocurrieron en marzo de 2020, el primer mes de la pandemia, cuando el Minsa únicamente reconoció cinco contagios y una muerte.
“La epidemia estuvo mucho tiempo oculta. Incluso, el Observatorio Ciudadano tiene muy pocos casos (en marzo y abril) y la diferencia es fácilmente explicable; el Observatorio tuvo que organizarse para establecer una metodología y formas de garantías de calidad del dato, eso le costó más o menos dos meses y ese es el retraso que se observa”, asegura Hernández.
El exceso de muertes o sobremortalidad se calcula a partir del registro de certificados de defunción que reportan las autoridades. A nivel internacional, Nicaragua se ubica en el tercer puesto de sobremortalidad por debajo de Perú y Ecuador —de un total de 80 países en los que se analizó la sobremortalidad—. Este excedente de muertes, aseguran los especialistas, solo se pueden explicar por la llegada de la pandemia.
Desde la llegada de la pandemia al país, el régimen de Ortega ha clasificado miles de muertes por covid-19 como fallecimiento por otras enfermedades, para mantener un número bajo de decesos. Según los informes semanales del Minsa, cada semana mueren pacientes que estaban en seguimiento por covid-19, pero no son incluidos en el conteo oficial porque argumentan que fallecieron por otras comorbilidades. Sin embargo, los médicos explican que esto es incorrecto porque la causa que propició sus muertes fue la covid-19.
Índice de mortalidad “normal” entre enero y febrero de 2020
Hernández ya había publicado un análisis de sobremortalidad en octubre de 2020, en el cual afirmó que el exceso de muertes entre marzo y agosto atribuibles a la pandemia fue de 7569.
En esta nueva ocasión, señala el salubrista, se tuvo acceso a una base de datos que contenía datos segregados por cada mes. Estos permitieron ser más precisos con la metodología de la sobremortalidad, que en un primer momento se tuvo que calcular con el promedio diario, debido a la falta y opacidad de los datos.
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“Eso nos permitió trabajar con los promedios de muertes totales por mes, en los cuatro años anteriores. Ese promedio es el que nos sirve para contrastar, según la metodología de la sobremortalidad, estas cifras que salieron porque ahora sí podemos calcularlas”, afirma el médico.
De acuerdo a los hallazgos, en los meses de enero y febrero de 2020 no hubo ningún cambio en las muertes que se registraron en relación a los promedios de los años anteriores. Sin embargo, desde marzo a agosto, las curvas del promedio de muertes crecieron hasta en un 50%.
“Cuando restamos los casos de 2020, con el promedio de los años anteriores este nos da que hay 823 muertes en exceso en marzo, 1296 en abril, 1414 en mayo, 1297 en junio, 1473 en julio y 1470 en agosto. Este es el exceso de mortalidad nos comprueba que nuestros cálculos anteriores son consistentes”, explica y enfatiza en que “no es un dato calculado estimado, son cifras reales”.
“Estimamos —prosigue— que son más de 9000 muertes las que terminamos en 2020, más o menos, siguiendo las curvas del Observatorio Ciudadano”. Hernández cuestiona que “tendríamos que evaluar cómo es que las muertes por infarto se multiplica por dos, cómo es que las muertes por neumonía se multiplica por siete veces”.
Nicaragua tiene un subregistro de muertes por covid del 98%
De acuerdo con las estadísticas de Minsa, hasta el 16 marzo de 2021, en el país hay 176 fallecimientos a causa de la covid-19. Mientras, el Observatorio Ciudadano sumó 3002 muertos hasta el 10 de este mes. Con estos datos y los del estudios de sobremortalidad, el experto concluye que en el país existe un subregistro oficial del 98%.
“Por cada muerte que informa el Minsa, el Observatorio reporta 17. Y de las muertes que informa el Minsa con relación al exceso de mortalidad es 44. Es decir, por cada muerte que informa el Minsa son 44 muertes en exceso atribuibles al covid-19. Eso nos indica que tenemos un subregistro del 98%”, detalló durante una conferencia de prensa realizada por el Comité Científico Multidisciplinario, este 18 de marzo, a un año de la confirmación del primer caso de covid-19 en Nicaragua.
El levantamiento de datos evidenció también que Nicaragua mantuvo entre 2005 y 2019 un promedio mensual de muertes por 100 000 habitantes de entre 25.5 y 29.8. Es decir, que en 15 años no se mostraron inconsistencias en los datos. Sin embargo, en el año de la pandemia las muertes se dispararon y solo hay tres explicaciones.
La primera explicación, detalla Hernández, es que estas muertes corresponden a un subregistro de fallecimiento provocados por la covid-19; la segunda que en el 2020 se perdió el acceso total a los servicios de salud, y la tercera que el personal médico que atiende estas enfermedades (como la diabetes, el infarto, las neumonías, la hipertensión) olvidaron cómo tratarlas y en consiguiente dieron pésima calidad de atención.
Tendencia de muertes a la alta y vacunación lenta
Los datos recogidos por el Observatorio Ciudadano han alertado de un incremento de picos de contagios y muertes desde finales de diciembre de 2020. El mayor pico de letalidad ocurrió hace dos semanas, cuando se reportaron 21 fallecimientos y 69 casos sospechosos de la covid-19.
“Ha sido una curva sumamente irregular, suben y bajan, y hay una tendencia de ascenso clarísimo, aunque lento e irregular de ascenso para este año. Señalamos estos tres picos porque coincidentemente vienen de dos o tres semanas de eventos masivos. Y lo que advertimos es que cuidado el próximo pico se nos va a derivar dos o tres semanas después de la Semana Santa”, señala Hernández.
Lo más preocupante de estos datos es que la primera fase de vacunación que vendría a reducir las muertes en los grupos vulnerables, está siendo aplicada con ritmo bastante lento y no busca la participación activa de la población. Incluso, en el mapa de vacunas que creó la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para llevar un registro de cómo va la inmunización en la región, no hay ni un dato sobre nuestro país.
Es decir, que, a 17 días de haber iniciado la vacunación en Nicaragua no se conocen datos de cuántas personas han recibido la primera dosis de la vacuna Sputnik V. Y tampoco se ha revelado cuál es el plan de vacunación que implementarán durante este año para lograr inocular a al menos al 20% de la población.
Según dijo este lunes, Rosario Murillo, en el caso del personal de salud iniciarán a inmunizarlos este domingo, 21 de marzo. Y por aparte, señaló la ministra de salud, Martha Reyes, que el grupo de sanitarios que está siendo vacunado en la primera etapa “es el que está de cara a la atención específicamente en las salas que están abiertas para la atención de casos sospechosos y pacientes confirmados de covid, y los que están también atendiendo en las áreas de respiratorios”.