1 de marzo 2021
La Alianza Ciudadana (AC), integrada por Ciudadanos por la Libertad (CxL) y la Alianza Cívica, convocó a los opositores que deseen sumarse a las estructuras que trabajarán en las elecciones presidenciales, pero se niega a un diálogo con el otro bloque de la oposición agrupado en la Coalición Nacional que permita la unidad.
La AC insistió en su postura de convertirse en la plataforma electoral que compita en noviembre con el FSLN de Daniel Ortega, mientras intenta negociar por separado con los integrantes del otro bloque opositor a la espera de que se les unan.
Ese estilo de negociación es considerado como un intento de división por miembros de la Coalición Nacional, una estrategia realizada a contrarreloj cuando faltan tan solo tres meses para que se cumpla el plazo que la Organización de Estados Americanos (OEA) fijó para que se den reformas electorales que garanticen comicios libres.
Llaman a población a integrar "red ciudadana"
Kitty Monterrey, la presidenta del partido CxL, integrante de la Alianza mencionada, invitó a los nicaragüenses a pasar de “autoconvocados” a “organizados” en un video de treinta minutos en el cual no se sometió a ninguna pregunta de la prensa nacional. Lo acompañó su socio en su proyecto político, José Dávila, director ejecutivo de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia.
La Coalición Nacional tiene como eje al Partido Renovación Democrático dirigido por el reverendo Saturnino Cerrato. Aunque ahora lucen como las dos opciones de la oposición, para convertirse en el partido que canalice el descontento contra Ortega, ambos han sido cuestionados por legitimar procesos electorales irregulares en 2017 y 2019. Se trata de organizaciones avaladas por el Consejo Supremo Electoral que nacieron gemelas en mayo de hace cuatro años, con datos sobre sus estructuras imposibles de verificar en el contexto actual de opacidad en el Estado.
A los ciudadanos, que invitaron esta semana a sumarse a su red ciudadana, la Alianza los llamó a participar como capacitadores, médicos, apoyo logístico, activistas digitales o miembros de una red legal.
“La integración de organizaciones políticas y sociales es importante, pero es más importante aún la integración de esos miles de ciudadanos que han sido y deben seguir siendo los principales constructores del cambio político”, aseguró Monterrey.
Los avances en su estrategia política contrastan con la demanda de unidad y la experiencia política de 2006 cuando Ortega regresó al poder, tras 16 años en la oposición, luego que se dividió el voto de sus competidores.
Pese a ese pasado, Monterrey enfatizó en el mismo video del lanzamiento de la “red ciudadana” que “esa verdadera unidad, que ha sacado a Nicaragua de sus momentos más oscuros, es la unidad de los ciudadanos”.
Esta semana se cumplieron también 31 años del triunfo de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro, quien fue elegida como candidata por la oposición en un proceso realizado en septiembre de 1989, en el cual participaron representantes de catorce partidos políticos en dos extensas encerronas con un día de diferencia. En el caso de la escogencia de diputados fue más complejo; pero al final, producto de la negociación, resultó una fórmula que derrotó a Ortega por primera vez en las urnas.
Doce días de silencio de la dirigencia opositora
Más de tres décadas después, Carlos Tünnermann, vocero de la Comisión de Buena Voluntad que intenta acercar ahora a los opositores antes de finales de marzo, afirma que la Coalición Nacional se ha mostrado en disposición de conversar desde un principio, mientras la Alianza Ciudadana sigue sin responder a una invitación que le hicieron.
“No nos respondieron. Ya vamos sobre doce días. O lo están pensando o no tienen interés en esa conversación. Por otro lado, la Alianza Ciudadana ha iniciado un proceso de que se inscriban aquellas personas que sean parte de la defensa del voto en las próximas elecciones, es decir está preparándose para un proceso electoral”, agregó Tünnermann.
Para el jurista, la división favorece al Ejecutivo. “Quién está feliz de la vida es Ortega; no hay que hacerle el juego a Ortega”, insistió, mientras destacó el contraste con la posición de los aspirantes a la Presidencia de la oposición, quienes se comprometieron por escrito a apoyar al candidato único que resulte elegido en un proceso de selección.
Vea: Luciano García: así se logró el acuerdo de los 4 aspirantes para apoyar candidato único opositor
Sobalvarro señala a Julio González del PRD
El vicepresidente de CxL y miembro de la Alianza Ciudadana, Óscar Sobalvarro, reconoció que no han tenido acercamiento con el otro bloque de la oposición y, contrario aparentemente a su estrategia de fortalecer sus estructuras, se mostró “interesado” en conversar.
“Con partidos políticos no hemos tenido ningún acercamiento, lo que no significa que no estemos interesados en conversar, pero sí los partidos tienen la invitación (que hicimos) y son ellos los que atrasan. Nosotros no estamos atrasando las pláticas, ni con los partidos ni con los sectores sociales”, sostuvo.
El dirigente acusó a Julio González, el coordinador político del PRD, de ser la persona que impide la iniciativa de unidad, mientras lo señaló de ser organizador de la reunión de Salvador Talavera, expresidente de la Resistencia, para aliarse con el FSLN en 2006. Por esa razón, Sobalvarro lo califica como un cooperador del sandinismo.
CONFIDENCIAL intentó verificar esta versión de la historia con Talavera, el antiguo jefe 'contra', pero fue imposible localizarlo. Quien sí lo negó fue el propio González, quien aseguró que conoció a Talavera hasta 2009, es decir tres años después de los hechos relatados por Sobalvarro.
“Quienes conocieron a Salvador (Talavera) antes fueron ellos. Que me digan cuándo he agarrado un peso del gobierno o he hecho arreglos de empresas con el gobierno. Qué raro que digan eso cuando yo soy un simple vende agua”, dijo González.
Sobalvarro insistió en que las conversaciones tienen que ser por separado: los partidos políticos de la Alianza Ciudadana con los de la Coalición, y por otro lado los sectores sociales. Dice que no conoce de alguna propuesta de la Coalición Nacional de ir a conversar juntos, aunque lo han dicho en varias ocasiones.
Tünnermann ve en el intento de la Alianza Ciudadana la búsqueda de mantener cierta hegemonía, lo que resulta contradictorio con su pronunciamiento inicial cuando prometieron una agrupación abierta e inclusiva.
Para Sobalvarro, los opositores deben ser realistas y pensar en la unidad, de acuerdo a lo que permite la ley que es nombre, casilla, los símbolos y representación legal del partido que encabece la alianza electoral, lo que beneficia a CxL. Según él, han hecho al lado el tema ideológico y quieren conversar por separado con la UNAB, el PRD, el movimiento campesino, todos de la Coalición Nacional. Es la misma organización que Kitty Monterrey dijo que no existía.
“No hemos dicho que el MRS no existía. O que la Unidad Azul y Blanco no existía; que el PRD no existía. Los hemos invitado. Ella se refirió a la Coalición como figura jurídica”, aclaró Sobalvarro. Sin embargo, la apertura de la que conversa no se concreta en una visita a la otra facción opositora. O cuando menos una llamada telefónica.