15 de febrero 2021
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En 2020, los nicaragüenses consiguieron la mayor cantidad de resoluciones favorables a las solicitudes de asilo político en España. Según el Ministerio del Interior de ese país europeo, entre el 1 de enero y el 31 de diciembre del año pasado, hubo 4360 resultados favorables, y de estos 1117, que representan el 25.6%, son de nicaragüenses.
Esta cantidad es casi siete veces superior a la cifra de asilos políticos que fueron otorgados en 2019, y no se comparan con los cuatro asilos que fueron aprobados en 2018, según el registro histórico de las cifras oficiales publicadas por la Oficina de Asilo y Refugio (OAR).
Sin embargo, la cantidad de solicitudes que fueron “desfavorables” incrementó. En 2019, de las 5935 aplicaciones de asilo político de nicaragüenses que fueron recibidas, 166 se aprobaron y 694 fueron “desfavorables”; el resto sigue en proceso. Sin embargo, en el 2020, la cantidad de solicitudes rechazadas ascendió a 3119.
España es uno de los cuatro países a los que más emigran los nicaragüenses. Este flujo de personas incrementó desde 2007, pero se ha agudizado tras la crisis sociopolítica de 2018 y, desde entonces ha incrementado.
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“En este país (Nicaragua) se mantiene la situación de violencia e impunidad examinada en el informe 2019 de CEAR (...) persisten la tortura y los abusos contra las personas detenidas, la desaparición forzada, la persecución contra defensores de los derechos humanos, periodistas, líderes sociales y otros opositores al Gobierno”, explicaron las autoridades españolas en el “Informe 2020: Las personas refugiadas en España y Europa”.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas de ese país, en España viven unos 57 000 nicaragüenses. La mayoría, más de 40 000, son mujeres. Y para el 2020 habrían más de 9000 expedientes de asilo sin resolver.
Nicaragua entre los cinco países que más solicitudes pidió
Más nicaragüenses consiguieron asilo político en España. Solicitudes han incrementado desde 2018.
Del continente americano, durante el 2020, en España, se recibieron 88 762 solicitudes de refugio, de esas, 28 365 fueron solicitudes de asilo humanitario de ciudadanos venezolanos; 27 576 de colombianos; 5536 de hondureños; 5162 de peruanos y 3750 de nicaragüenses. Según los datos oficiales, el 48.67% de las personas que solicitó asilo, tienen entre 18 y 34 años; mientras, el 31.71% ronda entre los 35 y 64 años.
Aunque no hay detalles sobre la caracterización de los solicitantes de refugio, en una entrevista concedida a Despacho 505, María Jesús Vega, portavoz de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur-España), explicó en 2019, que “hay un poco de todo entre la gente que pide protección, hay estudiantes universitarios, médicos, profesores, gente de a pie, ganaderos, activistas de organizaciones de la sociedad y defensores de derechos humanos”.
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El incremento de solicitudes aprobadas se registró durante el año de la pandemia. El año más duro para la población, pues obligó a la mayoría de países del mundo a guardar cuarentena. Y en consecuencia agudizó la situación de los migrantes, pues muchos perdieron sus empleos y entraron en condiciones de precariedad.
Según la información del Ministerio de Gobernación de Nicaragua, la pandemia obligó a regresar al país a 99 567 connacionales. Sin embargo, no revelan detalles de la procedencia de estos. Únicamente señalan que 7873 provienen de Panamá.
Situación migratoria de Nicaragua y Venezuela
En la estrategia de acción exterior 2021 -2024, Nicaragua y Venezuela serán dos de los países prioritarios de la agenda multilateral de España y la Unión Europea, debido a la situación de derechos humanos y crisis de migración que impulsan las crisis políticas de ambas naciones.
“Centroamérica continúa siendo una de las regiones más vulnerables y frágiles del continente. España ha venido acompañando y participando en su desarrollo socioeconómico e institucional, así como respaldando su proceso de integración”, cita el documento.
Según explican, este año que se celebra el 30 aniversario del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), España renovará el compromiso con la región centroamericana y apoyará los desafíos y crisis que amenazan el territorio, “con especial atención a la crisis en Nicaragua”.
Asimismo, explican que este país seguirá fomentando “una región estable, el respeto a los derechos humanos y la defensa de sistemas democráticos con gobiernos plenamente respaldados por las urnas, así como la búsqueda de soluciones pacíficas y negociadas como mecanismo de solución de conflictos”.
