13 de febrero 2021
En 2020, en Nicaragua hubo un exceso de más de 7600 fallecimientos, según los registros de muertes que publicó el Ministerio de Salud (Minsa), que solo pueden explicarse por la llegada de la covid-19, sostienen expertos en salud pública y científicos nacionales. Los mismos, alertan que es la primera vez que en Nicaragua se registra este comportamiento anómalo.
“Hemos podido construir las series históricas de las muertes por certificado de defunción desde 1995 y realmente es sorprendente como el año 2020 se sale de todas las series”, señala el experto en salud pública, Carlos Hernández, quien es miembro del Comité Científico Multidisciplinario.
Identificar el comportamiento anormal en los fallecimientos de neumonía, sirvió para que el gremio médico pudiera alertar a la población sobre el inicio de la primera ola de contagios de la covid-19, en mayo pasado. Sin embargo, a diferencia de ese primer momento, que se contaba con información oficial publicada en los boletines epidemiológicos, ahora ya no se dispone más de esas cifras, porque el Minsa decidió suspender su publicación en línea de este boletín.
“Para la segunda ola (de contagios) pudimos hacer la alerta con los datos del Observatorio, que ya nos estaban diciendo, en diciembre, que esto iba para arriba. Y fue lo correcto, porque cuando el Ministerio hizo su último reporte epidemiológico nos percatamos de un salto en la mortalidad por neumonía”, señala el médico.
Según el análisis de seguimiento que hizo Hernández, en las últimas cinco semanas de 2020 la mortalidad de las neumonías saltó de cinco decesos semanales, en noviembre, a 25 en el siguiente mes.
“Con los datos del Observatorio Ciudadano hemos podido ver una persistencia en el incremento de la letalidad, aunque mucho más lento que en la primera ola. Sin embargo, contamos con poca información para poder hacer pronóstico de su posible ascenso. Hicimos el intento de una distribución y presentamos que varios departamentos están presentando el mayor incremento en el último mes y eso debería estar siendo base en la planificación de las acciones, que no hemos visto todavía”, lamenta.
Primera ola de la covid-19 fue más agresiva
Según los pocos datos con los que se cuenta, en Nicaragua la pandemia ha tenido un comportamiento de subidas y bajadas abruptas. El ascenso de la primera ola fue rápido y focalizado, principalmente en el Pacífico del país, esto llevó a un incremento fuerte de muertos que desencadenó los entierros exprés y el crecimiento en la producción de ataúdes. “Fue una primera ola muy violenta”, dice el salubrista, durante un webinar promovido por el Cosep.
En este primer pico epidémico fueron fundamentales las medidas de prevención que adoptó la población, como el distanciamiento y el uso de las mascarillas, que en opinión del experto es la medida más generalizada en el país, aunque asegura que persisten problemas en la calidad de las mismas y en su uso correcto.
“La población tiene la conciencia de que tiene que protegerse, pero hay problemas que tenemos que arreglar con la población sobre las maneras como tienen que hacerlo”, indica.
En los meses de julio a agosto, los contagios por covid-19 descendieron rápidamente, y en septiembre el país consiguió una “estabilización”. Sin embargo, desde entonces las autoridades sanitarias estancaron las cifras oficiales sobre la pandemia. Este sábado, 13 de febrero de 2021, se cumplen cuatro meses desde que el Minsa solo reporta un fallecido semanal. Mientras, el Observatorio Ciudadano registra un incremento en los fallecimientos sospechosos a covid-19, desde principios de diciembre.
Según el Ministerio de Salud, hasta este nueve de febrero en el país han fallecido por covid-19: 171 personas. Esta cifra es más de 17 veces superior si se cuentan los 2961 fallecidos que incluye el Observatorio Ciudadano en esa misma fecha. Y si se considera el análisis de sobremortalidad que realizó el doctor Hernández, basado en los registros oficiales, los muertos por covid-19 (que fueron atribuidos a otras causas) superan los 7600.
"El cálculo que hicimos al 30 de agosto reportó que teníamos 7600 muertes. Estas muertes ya nos daban una mortalidad de 118 por 100,000 habitantes, y hoy por hoy, todavía esa mortalidad nos coloca en el puesto 12 a nivel mundial, aun con los estudios de exceso de mortalidad actualizados a la fecha" explica.
Nicaragua padece crisis de confianza en el Minsa
“La segunda curva de hoy es la consecuencia de lo que hicimos en diciembre. Hoy estamos viviendo la curva de esas actividades (la purísima, las fiestas de fin de año), de multitudes, de no protegernos”, lamenta Hernández.
En opinión del psicólogo Javier Barreto, el incremento de contagios con la relajación en las medidas puede estar relacionado con el cansancio y las restricciones. Sin embargo, también está relacionado a la información confusa y la poca credibilidad que tienen las autoridades.
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“Hay una crisis de confianza en las instituciones. Y si no hay confianza, no hay colaboración para enfrentar los problemas comunes, no se pueden estar dando recomendaciones por un lado y por otro animando a las personas a actividades masivas que no contribuyen en nada a la prevención del contagio de la covid-19”, señala.
Pues, aun cuando se inicie el proceso de inmunización el país será preciso que se continúen con las medidas de prevención porque las vacunas no buscan detener el contagio, sino reducir la letalidad de la enfermedad. Por consiguiente, la población deberá mantener el distanciamiento, el lavado de manos y el uso de tapabocas.
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