15 de diciembre 2024
Angélica Chavarría, pareja del general en retiro Humberto Ortega, fallecido el 30 de septiembre de 2024 como preso político de su hermano Daniel Ortega, se encuentra desaparecida desde el 19 de mayo de 2024, denunció la Alta Comisionada Adjunta para los Derechos Humanos, Nada Al-Nashif, durante su última actualización oral sobre la situación de Nicaragua.
Lo último que se supo de Chavarría fue que, el 19 de mayo de 2024, tras un allanamiento a la vivienda que compartía con Humberto Ortega, estuvo acompañando al general retirado en su arresto domiciliario, según dijo el propio Ortega en audio filtrado a CONFIDENCIAL el 9 de junio de 2024, cuando ambos tenían tres semanas de estar encerrados e incomunicados.
“Me suspendieron todas mis libertades. Igualmente a mi pareja, Angélica (Chavarría), que me apoya moralmente, por sus firmes principios libertarios, y me auxilia por ser yo un paralítico de mis brazos desde 1969”, dijo el general retirado en la grabación.
La noche del 11 de junio de 2024, Humberto Ortega fue trasladado de emergencia al Hospital Militar, donde permaneció, bajo aislamiento total, hasta el día de su muerte el 30 de septiembre de 2024. Ese mismo día fue cremado y al día siguiente fue enterrado por sus hijos Elizabeth, Luisa Amanda, Mariana, y Oscar Humberto. Chavarría no estuvo presente en el funeral.
Al igual que Chavarría, advirtió la alta comisionada adjunta, se encuentran desaparecidos el diputado y presidente de YATAMA, Brooklyn Rivera, de 72 años, Steadman Fagoth Müller, de 71 años, quien era asesor presidencial en temas indígenas al momento de su detención el 14 de septiembre de 2024, y el excoronel del Ejército, Víctor Boitano, de 63 años.
Estas desapariciones forzadas son una muestra de que la situación política en Nicaragua “continúa deteriorándose” y reina en el país “un grave clima represivo”, indicó Al-Nashif, recordando que desde febrero de 2023 al menos 452 nicaragüenses han sido despojados de su nacionalidad y actualmente 76 personas siguen detenidas de forma arbitraria.
También existe en Nicaragua “un patrón constante de violaciones del debido proceso, detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, condiciones de detención terribles y tortura física y psicológica, incluida la privación del sueño y la negación de atención médica”, agregó la alta comisionada adjunta.
Una herramienta para silenciar a la oposición
Expertos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) también señalaron que las desapariciones forzadas y las detenciones arbitrarias en Nicaragua “siguen siendo utilizadas para silenciar a la oposición y deben acabar”.
En un comunicado conjunto firmado, entre otros, por los miembros del Grupo de Trabajo de la ONU sobre Desapariciones Forzadas, y el relator especial de Naciones Unidas sobre ejecuciones extrajudiciales, Morris Tidball-Binz, reclamaron que se informe de inmediato a los familiares sobre la suerte y paradero de estos detenidos y desaparecidos.
“Muchas personas fueron arrestadas violentamente sin órdenes judiciales, sometidas a detención en régimen de incomunicación y desaparición forzada, y condenadas en procesos judiciales sin representación legal adecuada. Muchas siguen en prisión, incluso después de cumplir sus sentencias”, destacaron.
En esos procesos se abusó de las acusaciones relacionadas con el terrorismo y la seguridad nacional, aseguraron los expertos, quienes también denunciaron tortura y violencia sexual contra víctimas de detención arbitraria.
También resaltaron que incluso las salvaguardias legales más básicas, como el acceso a un abogado, a un médico o a medicamentos, y las visitas familiares, suelen ser denegadas.
“A medida que pasa el tiempo, las condiciones de aquellas personas que siguen detenidas se deterioran aún más, lo que tiene un impacto profundo en su salud física y psicológica”, subrayó el comunicado.
Al mismo tiempo, sus familias a menudo no tienen forma de verificar dónde se encuentra su ser querido o temen denunciar las desapariciones forzadas por miedo a represalias, “lo cual se complica aún más cuando las familias están en el exilio”, agregaron.
Reformas legales crean más temor
La alta comisionada adjunta, además, señaló que las reformas legales aprobadas en los últimos meses apuntan a una mayor concentración de poder en la Presidencia y a criminalizar las voces disidentes. “Estos acontecimientos han socavado aún más los controles y contrapesos democráticos y han profundizado la represión del espacio cívico, generando más miedo y ansiedad entre los y las nicaragüenses, incluidas las personas exiliadas”, subrayó.
Entre las leyes que generan temor destaca la reforma a la Constitución Política, aprobada ilegalmente en primera legislatura, debido a que esta “erosiona el estado de derecho”, comentó Al-Nashif.
“Es probable que las disposiciones ambiguas restrinjan indebidamente los derechos fundamentales, incluida la libertad de expresión y el derecho de reunión pacífica. La eliminación del reconocimiento explícito de la prohibición de la tortura es particularmente atroz”, agregó la alta comisionada adjunta.