22 de enero 2021
A diez meses de la llegada del SARS-CoV-2 a Nicaragua, el Ministerio de Salud (Minsa), aún incluye la Ivermectina, como parte del tratamiento para pacientes con covid-19, según reportes de fuentes médicas. La Ivermectina es un antiparasitario en torno al cual se ha creado un debate científico, pues se cuestiona la ausencia de evidencia científica suficiente para respaldar su uso en pacientes contagiados de coronavirus, aunque otros grupos sí lo recomiendan.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS), desde mediados de 2020, desaconsejó el uso de Ivermectina como tratamiento de covid-19. Después de una revisión de varios estudios, tanto de laboratorios como clínicos, determinó que “los estudios sobre Ivermectina presentan un riesgo elevado de sesgo, muy poca certeza de la evidencia y que la evidencia existente es insuficiente para llegar a una conclusión sobre sus beneficios y sus daños”.
“La OPS desaconseja el uso de la Ivermectina para todo fin diferente de aquellos para los que está autorizada”, advierte. La medicina se usa para tratamiento de algunos parásitos -estrongiloidiasis intestinal y oncocercosis-, mientras que las formulaciones tópicas para humanos se aplica como tratamiento de piojos y rosácea, según la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).
Sin embargo, el fármaco, de vieja data, ha sido considerado en varios países de América Latina como una medicina preventiva para la covid-19. En Honduras, El Salvador, y Nicaragua se utiliza, a pesar de que la misma OPS alertó que "la Ivermectina se está usando de manera incorrecta en el tratamiento de la covid-19, sin ninguna evidencia científica de su eficacia y su seguridad para el tratamiento de la enfermedad".
Neumólogos no recomiendan Ivermecticina
El neumólogo Jorge Iván Miranda no recomienda Ivermectina a sus pacientes. Considera que no existe una evidencia clara y sólida sobre su eficacia como tratamiento para la covid-19. No obstante, en el sistema de salud pública si se continúa usando.
“Ese es un problema que se ha adicionado al problema de la pandemia. No tener una directriz científica, estricta, para el manejo de estos pacientes con covid”, cuestiona el especialista.
Al igual que el doctor Miranda, el neumólogo pediatra, Jorge Alemán, tampoco prescribe Ivermectina, porque no cuenta con datos confiables sobre su eficacia.
Alemán considera necesario que se concilien posturas de diversos especialistas en relación al uso del fármaco.
“Debe haber un consenso científico, y el consenso científico a nivel nacional decirlo --sobre el uso o no de Ivermectina-- porque cada país tiene un protocolo y aquí no hay un protocolo llevado a consenso, sino que ha sido designado; como que algún médico viene, lee esto, y pone esto. Como que otro dice esto y pone lo demás. Es decir, no existe eso, que pudiese dar un comité científico para que diga esto es lo que vamos a recomendar, y esto es lo que se debería de dar”, expresó.
La más reciente publicación del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos Unidos, señala que algunos estudios clínicos no mostraron beneficios o un empeoramiento de la enfermedad después del uso de Ivermectina; otros, informaron un tiempo más corto hasta la resolución de las manifestaciones de la enfermedad, una mayor reducción de los marcadores inflamatorios o un tiempo más corto hasta la eliminación viral. Sin embargo, los estudios tenían información incompleta y limitaciones metodológicas.
El infectólogo Carlos Quant, indica que algunos grupos de especialistas han realizado estudios que sí han demostrado beneficios de la Ivermectina en pacientes de leves a moderados y también de forma profiláctica. El problema es que hasta ahora no hay estudios grandes, se han desarrollado in vitro, y se ha demostrado que inhibe la replicación viral de manera sustancial, pero se requiere dosis muy grandes para lograrlo. Sigue siendo un tema "controversial", consideró.
Desde el inicio de la pandemia, la Ivermectina junto con otros fármacos como la Hidroxicloroquina y la Nitazoxanida fueron aplicados, pero estos han sido descartados como tratamiento del covid-19, tanto por la OMS como por la FDA, explica el epidemiólogo Leonel Argüello, miembro del Comité Científico Multidisciplinario (CCM).
“No existe evidencia científica fuerte que traigan un beneficio significativo al paciente, al contrario sus reacciones secundarias han sido bastantes”, señala Argüello. El especialista refirió que “el Ministerio de Salud tiene la obligación de actualizar sus protocolos o normas médicas, ya que el primer paso es no hacer daño, el segundo es basarte en la evidencia científica”, indicó.
Sin embargo, en noviembre pasado, un reporte de CONFIDENCIAL reveló que entre las compras del Minsa para atender la pandemia, se incluyeron la adquisición de medicinas como Interferón Beta (57 865 dólares), Lopinavir + Ritonavir (368 288 dólares), Ivermectina (227 666 dólares) e Hidroxicloroquina (114 000 dólares).
Argüello sostiene que los medicamentos Hidroxicloroquina, Ivermectina y Nitazoxanida no funcionan con respecto al covid, según la última actualización científica. "Así que deberían sacarse de la norma institucional y evitar que la población se automedique con los mismos", expresó.
No existe una cura milagrosa
La ciencia ha superado varios récords desde la aparición del SARS-CoV-2. Sin embargo, aún no se cuenta con un medicamento que alivie por completo la covid-19. “No hay medicamento milagroso, eso debe entender la población, que evite que progrese a la enfermedad”, sostuvo el neumólogo Miranda.
“El paciente debe saber que no hay nada probado. Y que no es cierto que va a empeorar si no le dan Ivermectina, y que la Ivermectina, le va a evitar que la enfermedad progrese a grave”, continuó el especialista.
Bajo esa misma línea, el epidemiólogo Argüello explica que existen spray nasales, gotas nasales, inyecciones con diferentes medicamentos que se están probando, pero todavía no hay resultados definitivos.
“Tenemos una gran expectativa por el tratamiento que aún no llega, y no por la prevención que ya demostró que es eficiente. Únicamente con modificar algunas prácticas de higiene podemos tener un impacto enorme en la enfermedad, tanto en su prevención como en el control”, expresó.
Quant sostiene que otras opiniones de expertos es que la Ivermectina, al ser usada ampliamente en África, sobre todo en algunas parasitosis, en niños y adultos, y al no haberse demostrado efectos adversos importantes; proponen que nada se pierde con el uso compasivo del mismo, si se puede obtener algún beneficio.
Es decir, que aunque no haya suficiente evidencia científica, ante una urgencia como la del coronavirus, se justifica utilizar medicamentos que ya son conocidos, que se sabe cuál es su efecto, y que no causan daño a la salud humana, y que podrían beneficiar a los seres humanos.
Al margen de la discusión científica sobre el uso de Ivermectina en pacientes covid-19, el Minsa mantiene su hermetismo en cualquier área relacionada a la pandemia de coronavirus.