17 de enero 2021
Dos sacerdotes —monseñor Rolando Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa, y el cardenal Leopoldo Brenes, cabeza de la arquidiócesis de Managua— hicieron sendos llamados a la unidad, en el transcurso de sus homilías de este domingo, que fueron transmitidas en línea.
Mientras, desde su homilía en Miami, Estados Unidos, monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua, recordó que “Dios no abandona a su pueblo. Cuando la historia es más oscura y todo parece incierto, Dios se acerca para guiarnos e iluminarnos. Dios nunca deja la historia a la deriva, ni permite que perdamos totalmente la esperanza”.
La Iglesia católica estuvo del lado de los ciudadanos que protagonizaron la Rebelión de Abril, ofreciendo refugio en sus templos o usando su presencia en los sitios de conflicto para parar los ataques armados en contra de los tranques, además de haber creado la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, para que hubiera un interlocutor que pudiera representar a los ciudadanos en el diálogo nacional del 2018.
Este domingo, Álvarez invitó a los políticos a inspirarse en la figura de Jesucristo, para encontrar “claridad, fortaleza, nuevos caminos y puntos de encuentro que lleven a la unificación de esfuerzos para construir el proyecto de un noble país, capaz de velar por el más pequeño, por el débil, por el desamparado, donde gobierne el bien común”.
Brenes, por su parte, invitó a orar “por la unidad de los cristianos. También oremos por la unidad de todos nosotros los nicaragüenses, la unidad que… es superior al conflicto. La unidad siempre es superior al conflicto, ahí les dejo a todos aquellos que me escuchan”, puntualizó.
En su misa dominical, emitida desde su casa en Managua a causa de la pandemia de covid-19, el cardenal llamó a los nicaragüenses a “que en este tiempo de preparación de elecciones evitemos las confrontaciones, esas palabras feas, la descalificación del hermano porque a lo mejor no piensa igual que yo. No. Escuchemos, compartamos nuestras razones”.
El religioso también recordó que “la división, la violencia, nunca deja verdaderamente nada, una mala palabra, un mal sentimiento, una ofensa, una calumnia, hace mucho daño”.
¿Qué buscan los políticos?
Álvarez por su parte, en un mensaje que pareció estar dirigido hacia el liderazgo opositor que cada día parece estar más lejos de ir unido a las elecciones de noviembre próximo, señaló que “convendría, en este año electoral, preguntar a los políticos ¿qué buscan?”.
“Dios mediante, la respuesta sea el bien común del pueblo. Ser servidores del pueblo. Estar preferentemente con los más desfavorecidos, ponerse al lado de los vulnerables, de los olvidados de siempre. Aportar su granito de mostaza para hacer de Nicaragua un país con visión de nación, de justicia social, estabilidad y desarrollo económico”, contestó.
El pastor de la grey matagalpina instó a “hacer de la política el arte de la civilización, del progreso de los pueblos hacia una sociedad justa y solidaria. No queremos ambiciones, o ambiciosos. Ambiciones, ni personales, ni grupales; protagonismos fuera de la realidad, ni insensatez, con lo que necesita Nicaragua”.
En vez de eso, “queremos seriedad con el pueblo. La Justicia empieza con la sinceridad de cara a la nación, y particularmente a las inmensas mayorías, que son los pobres, los obreros, los trabajadores, los campesinos, la clase laboral. La fuerza laboral”, abundó.
Por eso, Álvarez preguntó nuevamente “hermanos políticos, realmente ¿qué buscan?”, para recomendar a renglón seguido: “¡Busquen la justicia del reino de Dios, y el resto vendrá por añadidura!”.
De ahí que señalara que “todo político que quiere y busca el bien común debe empezar por contemplar al crucificado, y en Él, contemplar al pueblo que sufre, al pueblo humilde y sencillo, de rostro dolorido. El político que empiece a hacer esto diariamente, no se perderá, sino que acertará”, predicó.