26 de octubre 2024
Los 135 presos políticos excarcelados y desterrados a Guatemala en septiembre de 2024, por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, permanecen a la espera de ser reubicados en Estados Unidos o que se materialice la oferta de nacionalidad española hecha por el gobierno de Pedro Sánchez. Aseguran que no tienen certeza sobre su proceso migratorio y que —cada día que pasa— sobreviven con menos recursos en la ciudad de Guatemala.
Julio Dávila, uno de los presos políticos desterrados, explicó que en los cincuenta días que lleva desterrado en Guatemala ha sido entrevistado en tres ocasiones por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). No obstante, desconoce si será admitido para el programa de Movilidad Segura que impulsa el Gobierno de Estados Unidos o si podría ser reasentado en otro país.
“Ya pasé la entrevista sobre la parte del árbol genealógico, ya pasé la parte del activismo, ya pasé la entrevista que tiene que ver con temas de seguridad, ya pasé las entrevistas más específicas, pero ahora viene la más importante que tiene que ver con la cultura”, precisó Dávila.
Asegura que, igual que él, la mayoría de los 135 presos políticos desterrados han sido entrevistados por ACNUR y la OIM desde que llegaron a Guatemala. Sin embargo, ninguno tiene certeza sobre sus casos.
“No sabemos en cuánto tiempo la Organización Internacional para la Migración (OIM) y la embajada americana nos van a dar el OK que estamos esperando, para poder pensar claro si vamos a ser admitidos a través de un reasentamiento o movilidad segura”, comentó Dávila.
En Guatemala, sin Movilidad Segura
Debido a esa incertidumbre sobre su situación migratoria, el preso político Marco Sánchez, también del grupo de los 135, llamó el 11 de octubre de 2024 a las oficinas de Acnur para consultar sobre su situación. En esa llamada fue notificado de que el Gobierno de Estados Unidos no lo admitió para el programa de Movilidad Segura, por lo que está considerando la oferta de nacionalidad que hizo el Gobierno de España.
“Yo pasé sin tener información de mi situación mes y medio, hasta el viernes que me informaron porque llamé a Acnur a preguntar”, advierte Sánchez. La persona que atendió su llamada solamente le dijo: “¿Usted es Marco Antonio Sánchez?, déjame decirle que lo lamento mucho, los Estados Unidos le negaron todo tipo de ayuda y el ingreso al país. No me dio explicación, por qué, ni nada por el estilo”, subrayó.
Desterrados con menos recursos
Mientras tanto, en Guatemala cada día que pasa disminuyen los recursos y las ayudas para los presos políticos desterrados. Situación que —inclusive— llevó a las autoridades guatemaltecas a reubicarlos y asignarles un monto de 2000 quetzales (258,69 dólares) para su manutención.
Dávila reconoce que a su arribo a Guatemala, el 5 de septiembre de 2024, fueron recibidos “en hoteles cinco estrellas” y les brindaron atención médica y psicológica, tanto el Gobierno guatemalteco como las organizaciones humanitarias radicadas en aquel país. Pero al mes de haber llegado “se hizo un reordenamiento”.
“Nos enviaron a hostales más económicos y nos pusieron las reglas del juego”, advierte Dávila. A partir del 5 de octubre de 2024, “nosotros debíamos asumir nuestra alimentación, los tres tiempos de comida. Desde entonces, estamos asumiendo con lo poco que ellos (las autoridades de Guatemala) nos han favorecido económicamente, que son 2000 quetzales que nos han dado para manutención”, agregó.
Sánchez también asegura que la estancia en Guatemala es cada vez más complicada, debido a que los recursos son limitados y que los excarcelados enfermos como él, que sufrió dos derrames cerebrales en prisión, no están recibiendo atención médica especializada.
“Al estar pensando tantas cosas se me activan los dolores de cabeza y la he pasado fatal, fatal. Hasta tuve que pagar un vaso que quebré porque no tengo fuerza en la mano, ya que aquí donde estamos si dañamos algo o accidentalmente ensuciamos algo, tenemos que pagar los daños”, comentó Sánchez.
Oferta de España aún no se materializa
Pese a las dificultades en Guatemala, Sánchez y Dávila tienen muchas expectativas con el ofrecimiento de la nacionalidad española que hizo el gobierno de Pedro Sánchez. Sin embargo, este ofrecimiento todavía no se materializa y están a la espera de más información.
Dávila explica que días atrás, un grupo de voluntarias de la organización Casa Refugio de la Niñez levantó una lista de personas interesadas en la nacionalidad española y que el objetivo es llevarlos a la Embajada de España en Guatemala.
“Me imagino que ellos (La embajada de España) prefieren atendernos en bloques, meternos a un auditorio y darnos una charla completa para que todas las inquietudes puedan abordarse en el lugar”, subrayó.