1 de enero 2021
La crisis económica en Nicaragua, agudizada este 2020 por la pandemia de covid-19 y la falta de una salida democrática a la crisis sociopolítica, es uno de los temas que más preocupa a las personas encuestadas para un sondeo realizado por el programa Esta Semana. A ello se le suma la “incertidumbre” de un 2021 sin una ruta política clara.
Por una parte, es un año electoral en el cual la oposición pretende “arrancarle” reformas electorales al régimen de Daniel Ortega; por otra, pese a que ya existe la vacuna contra el covid-19 y algunos países han iniciado a aplicarla, todavía se desconoce cuándo llegará al país.
Julián Molina, un vendedor de camisas del mercado capitalino Israel Lewites, se queja de que las ventas han estado malas. Incluso en diciembre, un mes donde ha habido “más movimiento”, pero no tanto como esperaban algunos de los comerciantes de este populoso centro de compras. Juan de Dios Aguilar, dueño de un puesto de relojes, tiene la misma opinión. “La pandemia ha afectado y todo ha estado caído”.
La Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) ha hecho su propio pronóstico económico: el desempeño de la economía será de -2.5% en este año, y de 1.0% en 2021. Además, advierte que el relajamiento de medidas sanitarias por parte de los nicaragüenses puede agudizar la situación de la pandemia en el país y provocar más contagios.
Los efectos de estas estadísticas los observan a simple vista personas como Carlos Suárez, un vendedor de mariscos. “La gente no viene a comprar, viene pero poca. Tal vez ahorita que es diciembre viene, pero ya después quién sabe”, lamentó el comerciante.
Otro aspecto que preocupa a los nicaragüenses es la falta de empleos. Tal es el caso de Carlos Jirán, un hombre que perdió su trabajo y ahora ha entrado al sector informal. Prepara alimentos para los viajeros que llegan a la parada del Israel.
“En cuanto a lo económico, ahorita estoy sin trabajo y metido en lo informal. En lo familiar estamos bien porque no nos ha faltado la comida”, aseguró. Jirón, como casi todos los entrevistados para este sondeo, guarda esperanzas de que las cosas mejoren para el 2021. No saben cómo ni de qué manera, pero tienen “fe”.
- Puede interesarle: Encuesta Fideg: 44.4% de la población en pobreza
De entrada se percibe que hay un tema que los nicaragüenses encuestados evitan tocar a toda costa: lo político. Cuando se les pide su opinión acerca del Gobierno de Ortega y Murillo y su gestión, guardan silencio por un par de segundos y construyen sus respuestas. El semblante les cambia y muchos se tensan. Cuando la pregunta cambia y se redirige a la oposición, muestran completa indiferencia o desdén.
“La oposición no sirve para nada. Porque no tienen un plan concreto, no tienen nada qué ofrecer, no han dicho. Lo que yo veo es que hay conflicto de intereses entre ellos mismos y se han olvidado del primer punto de interés, que es el bienestar del pueblo, por lo cual inició la lucha de ellos”, cuestiona Jirón. Sobre si cree que habrá elecciones, se limita a responder que estará “reñido y difícil”.
Reformas electorales profundas 'en veremos'
“Esperamos en Dios que todo salga de la mejor manera y el Gobierno acepte a los observadores para que todo sea legal”, agrega tímidamente.
La oposición de Nicaragua espera que el régimen ceda, más por presión y asfixia, a realizar reformas a la Ley Electoral que garanticen unos comicios justos y transparentes.
Pese a que, por el contrario, durante el cierre legislativo, el 15 de diciembre, el presidente de la Asamblea Nacional y sancionado Gustavo Porras aseguró que en 2021 se finiquitará la anexión de la cadena perpetua a la Constitución Política, los opositores al régimen confían en arrancarle las reformas a Ortega antes de abril.
La tónica del régimen ha sido contundente: En lo que va del año, los diputados al régimen han aprobado tres leyes punitivas que buscan cercar aún más a la oposición, a las organizaciones y a los medios de comunicación independientes. También se ha recrudecido el asedio a familias de asesinados en el contexto de la represión estatal, a presos políticos y opositores.
“La oposición... fueron muy tontos, desde el momento en que entró el PLC con ellos. Ya hicieron el daño, ya destruyeron, y ahora hay consecuencias irreversibles”, comentó Rolando Corea, un comprador.
“Si no trabajo, no como”
Por otra parte, Mario García, un taxista capitalino, asegura que el tema de las elecciones hace que el 2021 se vea muy peliagudo.”Ojalá no haya un caos en Nicaragua, que todo corra normal. En eso de política vos sabés que no me meto, porque si no trabajo no como”, contestó.
Este es uno de los argumentos que más se repitieron en el sondeo realizado por Esta Semana, los que reflejan la crisis económica que aqueja a Nicaragua y el desencanto ante el actual panorama político.
La Fundación Internacional para el Desafío Económico Global (Fideg) presentó a inicios de diciembre una encuesta efectuada en 2000 hogares de todo el país, la que muestra que, en 2019, el 44.4% de los habitantes vivía en condiciones de pobreza general (definida como un consumo inferior a 28 336.4 córdobas por persona al año), y que el 8.9% del total alcanzaba a vivir con menos de 14 026.58 córdobas por persona al año, y por consiguiente, vivía en la pobreza extrema.