22 de julio 2024
El próximo domingo 28 de julio se celebrarán unas elecciones presidenciales históricas en Venezuela en las que los principales contendientes serán el presidente Nicolás Maduro, después de diez años y dos períodos consecutivos en el poder, y el candidato de la Mesa de Unidad Democrática, Edmundo González, sustituto de Maria Corina Machado, y de Corina Yoris, ambas inhabilitadas por el régimen.
A pesar de ser una competencia totalmente desequilibrada, por la represión oficial contra la coalición opositora y su exclusión en el acceso a los recursos de campaña –medios de comunicación, transporte, derecho al voto en el exterior– todas las encuestas le otorgan a González una ventaja que oscila entre 10 y 30 puntos sobre Nicolás Maduro. Sin embargo, nadie se atreve a dar por descontada la victoria de González, y en Venezuela la conversación más bien está centrada en las “trampas electorales” que ya están sembradas para alterar la voluntad popular y en la resistencia del chavismo a entregar el poder, de confirmarse su derrota electoral. “El chavismo ha permitido que esta elección avance, porque hasta este momento ellos manejan unos números que les dan la victoria, si eso cambia en los próximos días, muchas cosas pueden cambiar, incluso el próximo domingo 28 de julio”, advirtió una fuente diplomática desde Caracas.
Para conocer cuáles son los escenarios políticos que se derivan de esta elección marcada por la incertidumbre y el autoritarismo, en el programa Esta Semana, conversamos con dos periodistas que conocen de primera mano los vericuetos de la política venezolana, Luz Mely Reyes, directora de Efecto Cocuyo y Xabier Coscojuela, miembro del Consejo Editorial del periódico digital Tal Cual.
Hasta hace poco había dudas sobre si el próximo domingo el chavismo permitiría la participación de la oposición en las elecciones, pero este viernes 19 de julio se cerró en Caracas el periodo legal para impugnación de casillas electorales o de candidaturas, sin mayores cambios. ¿Quiere decir que la casilla de la Unidad Democrática y la candidatura de Edmundo González son firmes? ¿Estarán ahí el próximo domingo?
Luz Mely Reyes: Hasta el momento en el que estamos conversando, es firme, lo que no sabemos si va a estar hasta el próximo domingo. Esta es una amenaza que ha estado planeando durante todo este tiempo desde que el propio Edmundo González Urrutia, el 19 de abril, fue escogido como este candidato sustituto en la casilla de la Mesa de la Unidad Democrática, una casilla que la gente conoce popularmente como “la de la manito”, pero además también apoyado por otras dos organizaciones políticas.
La campaña sigue, a pesar de la represión
Esta ha sido una competencia electoral desigual desde el primer momento, empezando por la inhibición de candidatos, el apresamiento de activistas políticos de la campaña opositora, el impedimento para la movilización dentro de Venezuela, el bloqueo al acceso a medios de comunicación, amenazas, e incluso hay una denuncia de un atentado contra María Corina Machado. ¿Qué impacto ha tenido este desequilibrio de la campaña, en la movilización de la población?
Xabier Coscojuela: Yo creo que no es lo que esperaba el Gobierno, la gente sigue saliendo sobre todo cuando María Corina (Machado), que es la que ha hecho los recorridos por el interior de Venezuela va, pero también cuando va acompañada por Edmundo González, cuando hizo el recorrido por Caracas, también la gente se movilizó.
Las personas saben que el Gobierno ha tomado medidas contra gente que no son ni siquiera integrantes de partidos políticos. El famoso caso de las señoras que le vendieron empanadas, un desayuno a María Corina Machado cuando iba a San Fernando de Apure y les cerraron el negocio. Eso ha sido una práctica habitual desde el organismo que cobra los impuestos en Venezuela, que es dirigido por José David Cabello, hermano de Diosdado Cabello y cualquier establecimiento que le preste un hotel o un sitio, un restaurante donde se quedan a comer o se quedan a dormir, es visitado por funcionarios de este organismo y bajo cualquier excusa es cerrado.
Pero hubo incluso casos más graves, por ejemplo en el estado Táchira, como no podía quedarse en un hotel o era un riesgo para el hotel que se quedara María Corina y Edmundo, un particular les ofreció su casa y esa casa fue visitada por gente encapuchada y después el empresario que los apoyó está detenido en Caracas, acusado de cualquier cosa que al fiscal se les ocurra para justificar la detención.
Pero todas estas medidas de amedrentamiento no han podido parar la decisión que parece bastante extendida entre los venezolanos de querer cambiar, de querer votar y de tener un nuevo presidente a partir del 10 de enero del año próximo.
La campaña es muy desigual, el acceso a los medios públicos está prácticamente vetado para el candidato al principal candidato de la oposición. En los medios privados hay mucho temor de darle mucha cabida a ese candidato. La prensa en papel en Venezuela está casi desaparecida y los que hay de todas maneras tampoco están muy dispuestos a ofrecerle el espacio a Edmundo González y quedamos los portales web donde si seguimos haciendo el periodismo lo más libremente que podemos y dándole acceso a todos los candidatos, no solamente a uno, o sea también a Nicolás Maduro, lo que no se hace desde los medios públicos, a pesar de los acuerdos firmados y a pesar de que eso debería ser la obligación de cualquier medio público en cualquier parte del mundo.
A pesar de esa enorme desventaja, todas las encuestas le dan una clara ventaja al candidato opositor Edmundo González sobre Nicolás Maduro. ¿Cuál es el margen de esa ventaja y qué nivel de confiabilidad hay en esas encuestas que se hacen en Venezuela bajo ese entorno de miedo y de autoritarismo?
Luz Mely Reyes: Sí, efectivamente, las encuestas de las firmas más creíbles en Venezuela, otorgan una ventaja que va desde diez puntos a treinta puntos. Recientemente hubo una que fue pública de la firma Delphos muestra un poco la segmentación, y esa brecha se ha ido acrecentando en los márgenes en los que les he comentado de entre diez y hasta treinta puntos porcentuales. Pero también depende del segmento de la muestra sobre la que se está entrevistando. Y allí es donde algunos analistas han hecho observaciones sobre que puede haber una sobreestimación del apoyo popular a Edmundo González Urrutia y que eso tal vez por el control institucional que tiene el Gobierno, por la reingeniería electoral que ha hecho, puede incidir en que tal vez ese apoyo popular no se manifieste totalmente en la votación.
Esa es más o menos la discusión que hay en Venezuela y me permito emitir aquí una opinión y es la siguiente: Que a una semana de la elección presidencial haya dudas sobre si Maduro va a ganar esa elección, a mí me parece que es un avance porque hace año y medio se hablaba con tal certeza de que Maduro iba a continuar hasta el 2030, que es el periodo que permite la Constitución, y que hoy eso esté en duda y que estemos discutiendo sobre cómo se puede materializar ese apoyo popular a Edmundo González Urrutia, un candidato que el 19 de abril era desconocido por toda Venezuela, pues me parece que también es un reflejo de de esa necesidad de cambio que ha ido manifestando la población.
Maduro dijo que en Venezuela habrá un baño de sangre o una guerra civil si él y su partido no ganan de manera contundente, esta elección, ¿cómo se interpreta ese mensaje? ¿Es una amenaza? ¿Pretende infundir miedo, o es una señal de que el chavismo no está preparado para aceptar un resultado adverso y entregar el poder?
Xabier Coscojuela: Es un mensaje que trata de infundir miedo, de que con él, el país va a seguir en calma, en paz, y cuando un Gobierno tiene que recurrir a ese tipo de argumentos es que no tiene otras cosas que ofrecer o lo que ofrece no logra enganchar a la población, no logra sumar apoyos.
Evidentemente, uno en la calle conversa con alguna gente que se expresa con cierto temor a que algo así pueda ocurrir. Lamentablemente, vamos a depender mucho de lo que decida hacer la Fuerza Armada Nacional el próximo domingo 28 de julio. Los antecedentes no son buenos en cuanto al respeto a la voluntad popular, el caso más reciente es el de Barinas, donde las elecciones se tuvieron que repetir en buena parte porque un general de la Fuerza Armada se llevó tres actas de escrutinio, y las declaraciones que han dado, tanto el general (Vladimir) Padrino como otros altos mandos no son las mejores. Maduro está en una encrucijada, el chavismo hasta ahora, como ellos dicen, han reconocido todos los resultados electorales, pero no han reconocido nunca las consecuencias de sus resultados.
Por ejemplo, en el año 2015 ellos reconocieron el triunfo de la oposición para la Asamblea Nacional, pero después no reconocieron ninguna de las decisiones que esa Asamblea tomó. Además, tenemos un periodo de cinco meses y medio de espera entre el resultado del 28 de julio y la asunción del nuevo presidente, con una Asamblea Nacional totalmente controlada por el chavismo y el resto de los poderes. Entonces, pueden ocurrir demasiadas cosas, podríamos estar aquí un buen tiempo especulando sobre lo que podría hacer el Gobierno, pero los indicios no son buenos en cuanto a la decisión de respetar lo que decidan los venezolanos en las urnas.
Las trampas electorales el 28J
¿Qué nivel de participación electoral se tendrá el próximo domingo? Hay quienes dicen que el Gobierno está apostando a que haya un bajo nivel de participación y entonces ellos, con su caudal de votos, tengan mejor resultado. Y segundo, ¿qué se puede esperar del Tribunal Electoral, que está controlado totalmente por el chavismo. ¿Es posible un fraude electoral?
Luz Mely Reyes: En términos tradicionales de lo que es un fraude electoral, lo veo difícil en el sentido siguiente: el sistema electrónico en Venezuela ha mostrado que el voto que entra, voto que es contabilizado. Hay otra forma de conocer ese tipo de resultado, que es que alguien se apropia de las actas que emite la máquina de votación una vez cerrado el proceso y pues no haya manera de comparar esos votos con los resultados. Pero para eso se supone que la oposición va a tener testigos electorales en la mayoría de las mesas de votación.
Otro tipo de riesgo electoral que está y que se ha identificado es que hubo una reingeniería electoral en la cual se redujeron los centros de votación masivos a centros de votación de una sola mesa. Y estos centros de votación de una sola mesa, muchos de ellos están en espacios en donde posiblemente la oposición no tenga capacidad de llevar gente o que no haya electores de la oposición. Este es uno de los riesgos electorales que hay.
El otro riesgo que puede haber es que ese día, el domingo se apliquen distintas tácticas dilatorias desde el inicio hasta el cierre de la votación, según establece la ley. La votación empieza a las seis de la mañana, debería estar instalada, en sí misma ya la mesa de votación hasta las seis de la tarde, siempre y cuando no haya electores en cola o en fila. Lo que ha sucedido es que el Gobierno siempre, incluso aún no habiendo electores, ordena una prórroga, bueno, la ordena el Tribunal Electoral siguiendo las instrucciones del Gobierno,y eso evita que se cierre el acto de votación y se tenga inmediatamente los resultados. Yo creo que el domingo, tanto dentro de Venezuela como los que están afuera, vamos a tener un día que va a durar más de 24 horas.
El Centro Carter está acreditado como observador internacional, no así la Unión Europea. ¿Existirán otros observadores internacionales independientes?. ¿Qué papel pueden jugar y qué capacidad tiene la oposición de ejercer la defensa del voto?.
Xabier Coscojuela: Si hacemos caso a las declaraciones tanto de María Corina Machado como de los principales dirigentes de la Plataforma Unitaria, casi el 100% de las mesas electorales tendrán testigos de la oposición. Vamos a ver si los dejan actuar en esa mesa porque ya ocurrió en elecciones regionales, donde en algunas partes de Venezuela esos testigos fueron sacados a punta de pistola y no exactamente por los militares presentes en el centro, pero los militares que estaban ahí no hicieron nada para impedirlo. Eso es lo fundamental, que los testigos estén alerta.
Hay una misión de las Naciones Unidas también, Brasil anunció ayer o antes de ayer que enviaría una misión, pero creo que es muy pequeña. En todo caso, el Gobierno no los considera observadores, sino veedores, una categoría un poco menor, de la observación, pero en todo caso, podrán ver cómo transcurren las cosas y emitir después su opinión. En todo caso, lo importante es lo que diga el Consejo Nacional Electoral ese día, el resultado que anuncie, y yo sí tengo serias dudas sobre la actuación de Elvis Amoroso al frente del Consejo Nacional Electoral. Lo vimos en un reciente referéndum que se hizo sobre el Esequibo en Venezuela. Supuestamente votaron 10 millones de personas y de verdad que hay que tener mucha imaginación para haber visto 10 millones de personas en las filas, en los centros de votación ese día. Y esos resultados no se dieron por centro votación, ni por mesa, y lo mismo ocurrió cuando se hizo el referéndum el año 2017, no se conocieron los resultados nunca. Incluso, la empresa que le prestaba servicios al Consejo Nacional Electoral en aquella oportunidad denunció que se estaba adulterando la cantidad de votos y al final dejó de trabajar con el Consejo Nacional Electoral.
Espero que los observadores que vengan, vean y digan lo que ven y que de esa manera, el Gobierno tenga un freno para cualquier cosa que piense hacer. En todo caso, creo que el trabajo fundamental es de los testigos, de los partidos. Los partidos están diciendo que esos testigos van a estar acompañados de gente. El escrutinio en Venezuela por ley es público y las personas pueden entrar a las mesas a ver cómo se hace ese proceso. Se abren cajas para comprobar que lo que dice el acta es realmente lo que está en la caja y esa cantidad de mesas deben sortearse ese mismo día y sería más del 50% de las mesas. Y a eso está apostando la dirigencia opositora, que vaya gente a los centros a corroborar eso, acompañar al testigo y garantizar que el testigo salga con su acta de votación para después ellos poder defender el resultado en el caso que sea victoria para Edmundo González.
Además de los observadores internacionales que han señalado, se ha mencionado que existen gestiones diplomáticas de Colombia y de Brasil para facilitar un canal de comunicación entre las partes, e incluso una especie de acuerdo, para reconocer los resultados electorales. ¿Esto es un hecho, o es algo que se va a empezar a hablar a la medianoche del domingo 28 de julio?
Luz Mely Reyes: Vamos a decir, como dicen los auditores, “con la información disponible, que se tiene”. La propuesta la hizo en su momento el presidente (Gustavo) Petro, fue secundado por el presidente Lula (Da Silva). Hubo un borrador para que se hiciera un acuerdo de respeto y de garantizar la integridad de quienes participan en el proceso electoral. Ese borrador, aparentemente fue rechazado. Luego hubo otro borrador corregido, según, Jorge Rodríguez, uno de los negociadores del Gobierno en en los acuerdos de Barbados, dice que no han recibido este documento.
Pero en todo caso hay indicios en Venezuela de que hay una negociación, hay un diálogo directo que tiene Maduro con la Casa Blanca. Podemos suponer que hay negociación, por los efectos. Nosotros llegamos a una semana de las elecciones en medio de amenazas, todos los días se espera un zarpazo nuevo, y los dos zarpazos que se están esperando, que era el zarpazo de inhabilitar la candidatura, de la tarjeta de la Mesa de la Unidad, así como actuar judicialmente contra María Corina Machado, en términos de judicializarla más allá de la inhabilitación, hasta allí no se ha llegado, a pesar de que han apresado a dirigentes políticos y a otras personas y hay bastante hostigamiento.
Un ejemplo reciente es que hace pocos días detuvieron arbitrariamente al jefe de seguridad de María Corina Machado. Posteriormente, María Corina denunció un atentado a los vehículos donde ella se movilizan una ciudad del interior del país y a las pocas horas fue presentado su jefe de seguridad ante un tribunal y liberado, excarcelado con algunas medidas cautelares. Esto no hubiera ocurrido, si no hay una negociación, porque una persona que es capturada en Venezuela, que ha sido apresada, difícilmente sale en libertad, cuando es por razones políticas, difícilmente sale en libertad en menos de 24 horas.
¿Qué se puede esperar en la última semana de campaña en este clima de incertidumbre y tensión que estás señalando? Por ejemplo, puede en el último momento el régimen chavista patear la mesa, como se dice popularmente, abortar las elecciones, o ya es muy tarde y muy costoso?
Xabier Coscojuela: Yo creo que sería muy costoso, pero no lo descarto. O sea, como lo dijo el señor (Donald) Trump, todas las cartas están sobre la mesa y yo creo que siguen todas las cartas sobre la mesa. Antes de patear la mesa, definitivamente, y suspender las elecciones, me inclinaría más que anularían la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática. No anularían la candidatura porque quedarían otras dos tarjetas por las cuales la gente podría votar por Edmundo González, pero eso significaría que seguramente muchos votos se anularían, porque la gente si no se entera y quedarían muy pocos días para que la gente se entere, votarían por la tarjeta de la mesa de la unidad, la llamada tarjeta de “la manito”, pero esos votos serían nulos. Eso es algo que yo no descarto todavía.
En un país democrático con instituciones serias, eso estaría descartado. Pero estamos en Venezuela donde todo es posible Creo que suspender las elecciones no es descartable. El Gobierno ha hablado de que hay un sabotaje eléctrico, unos vinculan esa posibilidad con que el día de las elecciones en buena parte de Venezuela se quede sin electricidad al final del proceso, a la hora que tienen que imprimir las máquinas, el acta. Pero supuestamente esas máquinas están equipadas con unas baterías que duran diez horas, entonces no habría problema para imprimir esa acta. Pero bueno, la imaginación da para mucho, pero la fuerza electoral del Gobierno está tan disminuida y lo que hasta ahora han demostrado tener tan poca disposición para aceptar el resultado electoral a uno lo hace estar abierto a cualquier cosa. Y como dijo Luz Mely, creo que no solamente el domingo va a tener más de 24 horas, creo que esta semana va a tener más de siete días también.
Los retos de una transición política
Hablemos por el momento del 28 de julio, de la media noche o del día después. Si la tendencia de la información y los datos apuntan, a una clara victoria de la oposición, como indican en este momento las encuestas. Xabier decía que el Ejército siempre actúa como una especie de árbitro político con los dados cargados. ¿Cuáles serían los principales desafíos de la oposición?
Luz Mely Reyes: Hace un año y medio se pensaba mucho en un escenario como Nicaragua, en Venezuela, en los últimos tiempos, pues el escenario que más se ha abierto es el escenario de Guatemala. Utilizo estos dos ejemplos porque para la audiencia tal vez tengan más información sobre estos dos casos, pues puedan hacer la comparación.
Algunos creemos que puede pasar lo que ocurrió en Guatemala, por supuesto, salvando las diferencias que es que se produce un cambio, pero además sí se produce ese cambio, es un cambio de 25 años de una fuerza política autoritaria en el poder, y eso implicaría que la mayoría de los que están en este escenario todavía ni siquiera han dicho cómo cómo visualizan esos enlaces para una transmisión de mando, porque también tomando el ejemplo que les decía de Guatemala el sistema lo maneja el Gobierno, que tiene la Asamblea Nacional, tiene todos los órganos derivados de la Asamblea Nacional y también tiene la mayoría de los Gobiernos regionales y de las alcaldías.
Entonces va a haber un juego de poder muy fuerte. Pero ahora, independientemente de que si se diera el escenario de que ganase y repitiese Maduro, en todo caso, todo apunta, a que en ambos casos tiene que producirse una negociación en Venezuela, porque la necesidad de cambio es brutal y en términos no solamente de recuperación de la democracia, sino de las mejoras en las condiciones económicas, y eso solamente se va a lograr si hay algún tipo de negociación entre tres bandas. Bueno, la banda que hay ahorita, Estados Unidos-Maduro y también la banda que pueda haber entre si ganase Edmundo González Urrutia, entre un nuevo Gobierno que le tocaría asumir.
González Urrutia es un candidato sustituto, un candidato accidental, de última oportunidad, de la oposición. ¿Está preparado para gobernar y para mantener cohesionada esta coalición política, que además tiene como líder a otra persona que es María Corina Machado?
Xabier Coscojuela: Ese es otro reto que tiene Edmundo González, no solamente entenderse con el Gobierno, sino tratar de mantener a la oposición unida y sobre todo, entenderse bien con María Corina Machado. En la campaña, en mi opinión, ya hay dos mensajes, el que emite Gonzalez Urrutia y otro que emite María Corina Machado. Eso tendría que compaginarse después en función de cómo manejar el Gobierno.
El año que viene hay elecciones en Venezuela, pautadas para la Asamblea Nacional en diciembre del año 2025. Gonzalez Urrutia tiene que primero transitar los cinco meses y medio más o menos que tiene hasta el 10 de enero para asumir el poder y después todo el año que viene con una Asamblea Nacional en contra, que es la que maneja las leyes y las que hacen las leyes en Venezuela, siempre los antecedentes nos dicen algo, y el chavismo utiliza la Asamblea para su conveniencia y ya lo hizo en el año 2010, después que hubo unas elecciones en Venezuela, parlamentarias antes de diciembre. Pues utilizaron el mes de diciembre para cambiar algunas leyes y otorgarle una ley habilitante al presidente (Hugo) Chávez, para que el que legislara, porque no tenían la mayoría calificada para aprobar algunas cosas. Entonces, no sabemos qué se les pueda ocurrir de aquí a diciembre del año que viene en 2025 en el manejo de la Asamblea.
Pero, volviendo a la pregunta inicial, el punto es cómo se van a comportar tanto González Urrutia como María Corina Machado, cómo van a asumir cada uno el rol que tiene, sin duda la líder política hoy de la oposición con mayor arraigo es María Corina. Lo demostró en la primaria y lo ha seguido demostrando en esta campaña electoral. Edmundo González Urrutia es un personaje totalmente distinto a María Corina, no solamente por la edad, sino por su forma de ser. Es una persona que no quería ser candidato presidencial, es el candidato que se inscribió después del lapso en que se podían inscribir los candidatos por una negociación entre Gobierno y oposición y terminó siendo el candidato, porque la oposición no se ponía de acuerdo con quién sustituirlo. Entonces, este señor que es un diplomático, que obviamente tiene habilidades para la negociación, va a tener que demostrarlas fehacientemente, tanto con el Gobierno, como con María Corina. Espero que le vaya bien, por el bien de todos los venezolanos.