El último roce de Rosario Murillo con exmilitares: el arresto domiciliario de Humberto Ortega

La orden de arresto domiciliario de facto contra el exjefe del Ejército de Nicaragua, Humberto Ortega Saavedra, por criticar la sucesión dinástica familiar en el país, es apenas el más reciente caso de un militar en retiro, objeto de represión, dirigida por Rosario Murillo contra exmilitares de la vieja guardia sandinista.

Los militares, que incluso en su vida en retiro se consideraban “intocables”, se enfrentan ahora a una vicepresidenta Murillo decidida a “avasallarlos”, para demostrar su poder como primera en la línea de sucesión dinástica de Daniel Ortega.

Antes de la orden de casa por cárcel contra su cuñado, Murillo se ensañó con otro exjefe del Ejército, el general en retiro Omar Halleslevens, quien también le precedió en la vicepresidencia junto a Ortega, y a quien defenestró de sus responsabilidades en el gobierno como funcionario civil.

A la Universidad Americana, que pertenece al Ejército, también la obligó a cerrar sus puertas a los estudiantes de la confiscada Universidad Centroamericana. Los ataques de Murillo además incluyen el encarcelamiento y muerte del guerrillero sandinista y general de brigada en retiro, Hugo Torres Jiménez.

Asimismo, hay al menos cinco generales retirados del Ejército, que ocuparon importantes cargos en la comandancia militar en los años 80 y en la transición militar entre 1990 y 2000, que no tienen autorización para viajar fuera del país.