María Lourdes Pallais / Especial para CONFIDENCIAL
31 de mayo 2024
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Todas las encuestas favorecen a la candidata oficialista Claudia Sheinbaum, pero la opositora Xóchilt Gálvez asegura que hay “un voto oculto”
Fotografía de archivo que muestra a una persona que vota en unas elecciones en México. EFE/ Miguel Sierra
Ciudad de México. Es la primera vez en la historia política de México en que dos mujeres aspiran por la silla presidencial en una elección; una encabeza las encuestas mientras la otra, al frente de los partidos de oposición, asegura que hay “un voto oculto” que la favorecerá el próximo 2 de junio.
“Yo palpo la calle, nada más que la gente pierda el miedo a salir a votar, eso es todo. El número es mágico: el 63% (sale a votar) y ganamos la elección, con todo y el control político del gobierno”, ha asegurado la candidata de la oposición sobre las encuestas que favorecen a su rival, a quien ella ha llamado “Dama de Hielo”, “la candidata de las mentiras” así como “narco candidata”.
Todo ello en un ambiente con altos niveles de polarización, quizás como nunca antes en México, alimentado casi exclusivamente por los insultos (corruptos, cínicos, alcahuetes, conservadores, hipócritas, convenencieros) lanzados a diario por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en sus mañaneras contra quienes él considera sus adversarios (periodistas, analistas, políticos, empresarios).
Hay dos coaliciones que marcan la pauta de esta elección (“referendo o plebiscito”, preferiría llamarlo el todavía presidente): la oficialista “Sigamos Haciendo Historia” de Morena, con la estoica y disciplinada científica Claudia Sheinbaum al frente, y la alianza opositora “Fuerza y Corazón por México”, con la carismática ingeniera Xóchilt Gálvez, política, empresaria e ingeniera en computación flanqueada por los partidos tradicionales (PRI, PAN Y PRD).
Existe un tercer grupo político en la contienda, Movimiento Ciudadano, cuyo candidato a la presidencia es Jorge Álvarez Máynez, partido que sufrió un siniestro donde murieron nueve personas y 189 personas resultaron heridas en un reciente evento de campaña en Nuevo León. A este partido, que cuenta con alrededor de 10% de las preferencias, muchos de la oposición lo llaman “esquirol” porque su existencia le quita votos al segundo en la contienda.
Es también la elección más grande en la historia de México, pues abarca más de 19 mil cargos, incluyendo 128 senadurías, 500 legisladores federales, nueve gobernaturas y la jefatura de la Ciudad de México.
Las encuestas, que son muchas y no todas de fiar, perfilan una importante diferencia entre las candidaturas. Así lo señala Polls Oraculus MX (Polls of Polls), plataforma que analiza tanto la información de las casas encuestadoras como el desempeño histórico que éstas han tenido en relación a los resultados oficiales en elecciones pasadas.
Con base en el resultado de este sondeo, Claudia Sheinbaum lidera la contienda del dos de junio con una ventaja de 22 puntos porcentuales frente a su más cercana competidora Xóchilt Gálvez. La ex jefa de gobierno de la Ciudad de México cuenta con el 56% de las preferencias electorales, mientras que Gálvez Ruiz se coloca en segundo lugar con el 34% de las intenciones de voto. Cabe señalar que Sheinbaum Pardo ha sufrido una disminución en sus preferencias electorales a lo largo de la campaña que inició con 66% de las intenciones de voto.
Tampoco sobra recordar que, aunque Sheinbaum sea más conocida que Gálvez, la tendencia a su favor es herencia por ósmosis del presidente, que es al final del día, el origen de esa simpatía y lealtades. Nadie discute que López Obrador sea, a meses del final de su sexenio en México, de los presidentes más populares del mundo. “La fuerza de Claudia Sheinbaum es derivada de AMLO”, comenta el analista René Delgado a CONFIDENCIAL.
Lo que surge como una gran contradicción es que la coalición oficialista, cuya candidata ha anunciado un plan más ambicioso que el de AMLO en educación pública pero que pretende ser el “segundo piso” de la llamada “Cuarta Transformación” (estrategia ideada por AMLO que deja a Sheinbaum de herencia), sea la que más se ha preocupado por tomar medidas contra el supuesto “fraude técnico” que estaría planeando la oposición contra la “elección de Estado”.
Igual de contradictorio es que López Obrador se haya pasado buena parte de los últimos días en campaña infringiendo leyes electorales que le impiden tratar asuntos relacionados con la contienda en sus mañaneras. Si está tan seguro del triunfo de su candidata, ¿por qué ha intervenido de manera tan insistente en el tema electoral a pesar de haberlo prohibido el Instituto Nacional Electoral?
“Podríamos estar ante una estratagema del gobierno y su partido para no reconocer los triunfos opositores en municipios, distritos, estados o en la presidencia de México”, aseguró Jorge Alcocer Villanueva, fundador de la revista Voz y Voto, a CONFIDENCIAL.
“Otra hipótesis es que las denuncias de ‘fraude’ pretendan movilizar los votantes en ‘defensa’ del voto. En cualquier caso, es un pésimo mensaje a los ciudadanos” porque “puede desalentar la participación en las urnas. Lo usual es que sea la oposición la que advierta de fraude. En este caso, es el Gobierno y su partido el que siembra la desconfianza”, agrega el experto.
Pese a que las encuestas la señalan como ganadora y que ella misma (aunque más tarde aseguró que se trataba de una broma) dijo que la elección del dos de junio era para ella “un mero trámite”, aunque gane Claudia Sheinbaum, el camino para continuar la Cuarta Transformación de la vida pública de México necesita mucho más que a ella.
Obtener una mayoría calificada en el congreso, por ejemplo, es vital para los planes de continuidad de la “4T” y sus aliados, pues entre sus herencias AMLO ha dejado 18 reformas constitucionales y dos legales. Habrá que ver cuántos votos cruzados se registran el día de la elección y si en efecto, habrá voto útil que podría afectar en contra de la aprobación de estos temas, asumiendo que la ganadora de la contienda sea Sheinbaum.
Para una candidata que busca mantener como meta “Primero los pobres”, los retos son inmensos.
En México, el rezago de bienestar y pobreza es enorme y los programas sociales de AMLO han dejado el presupuesto al límite. Aunque Sheinbaum niegue que el país esté militarizado, ha prometido mantener la política de López Obrador y dejar unas 250 funciones civiles en el Ejército. AMLO ha dejado a Sheinbaum varias otras encomiendas: continuar con la política de atender a los jóvenes con programas sociales para que no sean seducidos por los carteles y asegurarse que la gente más humilde tenga garantizado el derecho al trabajo y a un salario justo.
Con el campo como segundo piso de la “4T”, el equipo de Sheinbaum deberá detener los robos carreteros, tecnificar el riego, lograr la soberanía alimentaria y el desarrollo rural mientras los carteles de la droga parecen haber adquirido mayor control que antes en varios aspectos de la vida del mexicano de a pie.
Según un reciente reportaje del diario The Washington Post, hasta la venta de tortillas han logrado dominar. El Consejo Nacional de la Tortilla estima que al menos 15% de las tortillerías (alrededor de 20 mil tiendas) están siendo extorsionados. En Sinaloa, grupos armados han infiltrado el sistema público del agua y en algunos casos, grupos armados compran y venden maíz.
En tanto, una encuesta del Departamento de Estado asegura que 39% de mexicanos están considerando migrar a Estados Unidos, un alza considerable desde el 2022. Y según Lantia Consultores, empresa especializada en análisis de violencia, crimen organizado y políticas de seguridad, hoy existen dos carteles criminales, 87 mafias regionales y 586 pandillas.
Los costosos debates entre los tres candidatos no han ofrecido muchas propuestas, tanto por el rígido formato como porque, especialmente en el tercero y último, abundaron los ataques de las dos candidatas por encima de los proyectos sobre los temas más preocupantes del país, como son la violencia, la crisis migratoria, la delincuencia, el crimen organizado y el conflicto por la división de poderes.
Uno de los debates entre los tres candidatos presidenciales se llevó a cabo tras una masiva manifestación a favor de la candidata de la oposición en la plancha del Zócalo de la Ciudad de México. Según cifras oficiales, los asistentes a la llamada “marea rosa” (que busca visibilizar la democracia con ese color) fueron 95,000 pero los organizadores aseguraron que fueron 350,000 personas.
En esta ocasión la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), un contingente de maestros de la sección disidente del sindicato de maestros se mantuvo en la marcha en actitud provocadora mientras en Palacio Nacional finalmente se izó la bandera a las 10 de la mañana (usualmente se hace a las 6 am). La orden vino de un juez luego de que en las dos últimas manifestaciones de la “marea rosa”, el asta de la bandera del Zócalo capitalino lució vacía, lo que no ha ocurrido con manifestaciones encabezadas por el partido oficialista, Morena. Pero en esta ocasión, el presidente se comprometió a mantener la bandera nacional izada, al señalar que “la bandera es de todos los mexicanos, hasta de los traidores a la patria”.
Mientras López Obrador -y por ende Sheinbaum- insiste en su realidad paralela con sus otros datos (“México es un país pacífico”) y en atender las causas estructurales de la violencia, hay evidencias que ésta solo ha aumentado en los últimos cinco años. Su gobierno ha resaltado una reducción de hasta 20% de los homicidios dolosos, pero su gestión ya se sitúa como la más mortal en la historia del país con 171,085 homicidios entre el 1 de diciembre de 2018 y diciembre de 2023.
En estas elecciones, lo que preocupa a los observadores es que el resultado sea muy cerrado. Podría haber sorpresas el próximo domingo poco después de que cierren las urnas, si es que “la diferencia entre la ganadora y la que obtenga el segundo lugar es de un solo dígito”, advierte Alcocer.
Ha culminado una campaña compleja en un ambiente violento y polarizado
que de pacífica tuvo poco y que ha dejado varios focos rojos. Así define el final de esta larga y atropellada campaña el analista René Delgado: “Con la tendencia electoral a favor de Claudia Sheinbaum y Morena, con una creciente polarización y bajo la amenaza de la violencia y un protagonismo presidencial rayando en la intervención indebida en el proceso”, en declaraciones a CONFIDENCIAL.
El conflicto post electoral va a depender de la distancia entre quien gane y quien pierda, al menos en la elección presidencial, lo que no quiere decir que las demás, que son muchas, no sean importantes para definir el futuro de México. Lo claro está en que por primera vez el Gran Tlatoani será una mujer.
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