21 de mayo 2024
Agentes de la Policía Nacional se tomaron ilegalmente una propiedad de los disidentes sandinistas Mónica Baltodano y Julio López Campos, según denunciaron los afectados en un comunicado. La propiedad está localizada en la laguna de Apoyo, Masaya.
“El día de hoy 21 de mayo de 2024, después del mediodía, fue tomada y ocupada por agentes de la seguridad vestidos de civil, nuestra casa en laguna de Apoyo, propiedad donde nos habíamos jubilado e invertido todos los ahorros de nuestra vida”, detallaron Baltodano, excomandante guerrillera, y López Campos, exdirector de Relaciones Internacionales del FSLN.
“Los agentes llegaron en tres vehículos y desalojaron a los cuidadores”, añadieron en el texto.
“Nosotros tenemos documentada no sólo la toma de nuestra propiedad en Managua donde tuvieron el descaro de ubicar las oficinas de la Procuraduría por los Derechos Humanos (PPDH), sino también los cambios que el régimen ha realizado en los registros de nuestras propiedades, todo lo cual ha sido al margen de la ley y de todo procedimiento jurídico”, explicaron.
Baltodano es fundadora de la ilegalizada organización Popol Na, cuyo edificio principal fue confiscado a finales de 2018, y usurpado y reconvertido, en marzo de 2021, en un centro familiar y comunitario del Ministerio de Salud (Minsa).
Tras artículo de opinión de Mónica Baltodano
“No dudamos que esta nueva acción es en respuesta a nuestras firmes posiciones y declaraciones sobre las brutales acciones de la dictadura contra quienes expresan opiniones diferentes, tal y como aconteció ahora con las medidas contra Humberto Ortega”, sostuvieron Baltodano y López, ambos exiliados y desnacionalizados por el régimen.
La ocupación de la propiedad en la laguna de Apoyo se dio horas después de que la excomandante guerrillera publicó un artículo de opinión en CONFIDENCIAL, sobre el régimen de “casa por cárcel de facto” contra el general en retiro Humberto Ortega Saavedra, quien afirmó —en una entrevista con el medio argentino Infobae— que su hermano mayor, Daniel Ortega, no tiene sucesores adecuados.
“Para (Rosario Murillo) una psicópata obsesiva que viene trabajando desde hace diecisiete años en constituirse en el relevo de Daniel Ortega, que ha pasado a controlar la CSJ y la Policía, y viene proyectando a su hijo Laureano en la línea sucesoria dinástica, este planteamiento es mortífero“, escribió Mónica Baltodano.
“Humberto hace una afirmación que debe haber caído como una bomba en El Carmen: Ni Rosario ni sus hijos ni nadie del actual grupo del poder pueden ser solución. Si Daniel muere están perdidos y solo quedaría la incertidumbre y el peligro del caos”, opinó la excomandante sandinista.