17 de mayo 2024
La persecución, la vigilancia, el hostigamiento y la criminalización del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la Iglesia católica de Nicaragua también alcanza a las Iglesia evangélica, afectando a familias, comunidades, organizaciones y líderes religiosos de todas las denominaciones, explicó Teresa Flores, directora del Observatorio de Libertad Religiosa en América Latina.
En entrevista con CONFIDENCIAL y el programa Esta Noche, Flores apuntó que, entre 2019 y 2023, el Observatorio ha calculado alrededor de 100 arrestos de personas vinculadas a organizaciones religiosas.
“Hemos visto cómo algunos han sido sentenciados a prisión”, recordó la investigadora en referencia a los sacerdotes católicos que fueron condenados y posteriormente desterrados por la dictadura. Pero además mencionó el caso de monjas, feligreses y periodistas que han sido "castigados”.
Flores indicó que, en el caso pastores y miembros de las iglesias evangélicas, muchos prefieren no involucrarse en temas políticos "por temor".
“Muchas veces estas (iglesias) se encuentran sometidas y no ven otra opción más que ponerse en esta situación, de seguir trabajando en su misión evangelizadora y nada más. Creo que el temor predomina en muchos casos”, dijo.
La directora del Observatorio indicó que desde 2019 "también hemos documentado aproximadamente 73 casos de vandalismo, de ataques, robos o profanaciones a lugares de culto".
Flores mencionó que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), entre abril de 2018 y agosto de 2023, registró la cancelación de la personería jurídica de alrededor de 3390 organizaciones, "de las cuales el 11% eran organizaciones de naturaleza religiosa”.
Evangélicos también sufren represión
Para la investigadora la criminalización a la libertad religiosa “se da porque líderes religiosos, feligreses y laicos manifiestan opiniones críticas del Gobierno, manifiestan críticas del partido o de los gobernantes, o incluso tan solo describen la situación que se vive en el país y contradicen la retórica estatal”.
Mencionó que más de 200 sacerdotes y religiosos han sido desterrados por el régimen Ortega-Murillo y se suman confiscaciones de propiedades, discursos de odio, prohibición de actividades religiosas y el encarcelamiento de pastores evangélicos.
La directora del Observatorio afirmó que, aunque siempre es más visible el ataque contra la Iglesia católica, la represión contra la iglesia evangélica ha existido pero hasta ahora empezó a "ser un poco más notoria".
“Las propias víctimas están haciendo más visible esta situación (de persecución), porque desde el inicio de la crisis fuentes internas comentaban al Observatorio que miembros de iglesias evangélicas también eran monitoreados y controlados”, reveló.
Sin embargo, Flores cree que la represión se da en distintos niveles contra las comunidades evangélicas, pues al ser grupos heterogéneos, depende de las posturas que tomen con lo que sucede en Nicaragua.
“Algunos líderes, algunas congregaciones, preferían e incluso no dar opiniones relacionadas con lo político y no referirse a lo que sucede con la Iglesia católica, o simplemente se dedicaban o se dedican a su misión evangelizadora, por eso no se hacían muy evidentes estos casos de hostilidades en contra de ellos”, explicó.
Un reportaje de CONFIDENCIAL reveló cómo viven la represión algunos fieles evangélicos, que incluso 21 pastores han tenido que huir al exilio producto de la persecución de la dictadura Ortega-Murillo.
Buscan intimidar a evangélicos
La dictadura Ortega-Murillo canceló la personería jurídica de la Orden Puerta de la Montaña, sus bienes confiscados, y once pastores nicaragüenses y dos abogados fueron encarcelados y condenados —en un juicio espurio— a penas de entre diez y quince años, por el supuesto delito de lavado de dinero.
Al respecto, Flores cree que eso ocurrió “porque el Gobierno reconoció el nivel de alcance e influencia de este grupo”.
“Esta magnitud de convocatoria representó un riesgo y por ello es por lo que se utilizó el marco normativo para criminalizar sus actividades”, subrayó.
La investigadora remarcó que todas las acciones represivas en contra de esta denominación religiosa se encaminan a un perfil intimidatorio, “porque el mensaje que el Gobierno busca es que las congregaciones evangélicas mantengan un perfil bajo y que no se involucren en temas políticos”.
Continúan la denuncia internacional
El Observatorio de Libertad Religiosa para América Latina llevará la situación de Nicaragua al Examen Periódico Universal en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en octubre de 2024 porque consideran “indispensable" continuar denunciando todas las violaciones.
“Hay que seguir evidenciando esta situación de la Iglesia y la de sus miembros para que ellos mismos sepan que no están solos. Creo que es importante que, a través de estos organismos multilaterales, regionales, universales, brindemos canales de denuncia, pero también canales de comunicación y formación”, insistió Flores.